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El Papa Francisco durante la Audiencia GeneralAFP

El Papa Francisco rechaza una posible guerra en Ucrania: «Es una locura»

El Pontífice renovó su llamamiento al diálogo y pidió a los fieles cristianos que sigan rezando por la paz

El Papa Francisco rechazó una hipotética guerra en Ucrania, en cuyas fronteras se han apostado unos 130.000 soldados desde hace meses, y pidió diálogo para alejar el conflicto: «No lo olvidemos, la guerra es una locura», afirmó.

Antes de finalizar la Audiencia General de este miércoles 9 de febrero, que presidió desde el Aula Pablo VI del Vaticano, el Santo Padre pidió a los fieles que continúen «suplicando al Dios de la paz que las tensiones y las amenazas de guerra se superen por medio de un diálogo serio».

En concreto, el Papa defendió el Formato de Normandía como el contexto adecuado para que se produzca ese diálogo. El Formato de Normandía es un foro de diálogo entre Ucrania y Rusia con la mediación de Francia y Alemania que en 2014 y 2015 consiguió frenar la guerra del Donbás, que dejó cerca de 14.000 muertos, y que elaboró los Acuerdos de Minsk que sentaron las bases del alto el fuego.

El Pontífice compartió en varias ocasiones su preocupación por la escalada de tensión entre Ucrania y Rusia.

En la Audiencia General del 26 de enero, el Santo Padre también hizo un llamamiento a rezar por la paz y, de forma especial, invitó a rezar el Padre Nuestro: «Es la oración de los hijos que se dirigen al mismo Padre, es la oración que nos hace hermanos, es la oración de los hermanos que imploran la reconciliación y la concordia», argumentó el Obispo de Roma.

«Pidamos al Señor con insistencia que esa tierra pueda ver florecer la fraternidad y supere las heridas, los miedos y las divisiones», señaló en aquella ocasión el Papa Francisco. Ucrania «es un pueblo que sufre. Han pasado hambre, han sufrido mucha crueldad y merecen la paz», hizo hincapié.

Desescalada

En las últimas semanas se han extremado los esfuerzos diplomáticos para lograr la desescalada. Rusia reclama compromisos de que la OTAN frenará su expansión en el Este de Europa. En concreto, exigió garantías de que ni Ucrania ni Georgia ingresarán en la Alianza Atlántica.

Estados Unidos y la OTAN, por su parte, amenazaron con sanciones «sin precedentes» en caso de agresión y defendieron la política de «puertas abiertas» de la Alianza.