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El general Mark Milley, jefe del del ejército de EE.UU.Mandel Ngan / AFP

El jefe del ejército de EE.UU. conversó con el de Bielorrusia para «prevenir incidentes» durante las maniobras con Rusia

Los ejércitos ruso y bielorruso iniciaron este jueves maniobras militares conjuntas en Bielorrusia cerca de la frontera con Ucrania

El jefe del Estado Mayor estadounidense, general Mark Milley, mantuvo este jueves una conversación telefónica con su par bielorruso, el general Victor Goulevitch, con el fin de prevenir la posibilidad de «incidentes desafortunados» cuando se inicien las maniobras militares con Rusia en Bielorrusia, anunció el Pentágono.

Esta conversación telefónica, la primera entre los dos militares, tenía como objetivo reducir los riesgos de un incidente «e intercambiar perspectivas sobre la seguridad europea actual», precisó el portavoz del Estado Mayor estadounidense, el coronel Dave Butler. Ambos generales acordaron mantener en privado los detalles de su conversación, dijo Butler.

Minsk confirmó la llamada indicando, en un breve comunicado, que fue el general Milley quien llamó a su homólogo bielorruso.

Durante la conversación telefónica, ambas partes discutieron asuntos de seguridadComunicado del Ministerio de Defensa de Bielorrusia

Los ejércitos ruso y bielorruso lanzaron importantes maniobras en Bielorrusia el jueves, a las puertas de Ucrania, que se encuentra en el centro de las fuertes tensiones ruso-occidentales, mientras continúan los esfuerzos diplomáticos para desactivar la crisis.

En víspera de los ejercicios, el ejército ruso publicó un video que muestra una batería de sistemas antiaéreos S-400 apuntando sus misiles hacia el cielo desde un terreno nevado en la región bielorrusa de Brest, fronteriza con Ucrania.

Los ejércitos de Minsk y Moscú no especificaron el número de soldados y equipos que participan en estos ejercicios, pero los occidentales afirman que 30.000 soldados rusos fueron desplegados en Bielorrusia.

El despliegue fue denunciado inmediatamente por la presidencia ucraniana como un medio de «presión psicológica» utilizado por Moscú, que también ha concentrado a más de 100.000 soldados desde noviembre cerca de su propia frontera con Ucrania.