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Vladimir Putin y Emmanuel Macron mantuvieron una exagerada distancia de seguridadAFP

¿Quiso evitar Macron poner su ADN en manos de Putin en su visita a Moscú?

Los presidentes francés y ruso mantuvieron una gran distancia de seguridad en su reunión del 7 de febrero porque Macron no quiso someterse a una PCR al llegar a Rusia

La imagen del presidente francés, Emmanuel Macron, y el ruso, Vladimir Putin, sentados en una mesa de cuatro metros, cada uno en un extremo, durante la reunión que mantuvieron en el Kremlin el pasado 7 de febrero, causó gran sorpresa. Se interpretó como una metáfora de la gran distancia que separa a ambos líderes en el espinoso asunto de la crisis ucraniana.

Las interpretaciones, memes y parodias no dejaron de circular en redes sociales, medios de comunicación y analistas. ¿Fue un intento de humillación de Putin a Macron? ¿Una manera de ilustrar el desencuentro entre Rusia y el bloque occidental?

En realidad, la explicación es más sencilla. El presidente francés no se quiso someter a la PCR a su llegada a Moscú para detectar una posible infección de la Covid 19 y los asesores de Vladimir Putin decidieron aumentar las distancias entre ambos mandatarios para evitar contagios.

La versión ha sido confirmada tanto por el Kremlin como por el Elíseo. El portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, confirmó en una rueda de prensa recogida por la agencia EFE que Macron no se quiso hacer la PCR, aunque trató de quitarle importancia al asunto.

«Aquí no hay nada de política, todos lo comprenden perfectamente y eso no impide celebrar negociaciones, que es lo más importante», afirmó Peskov.

Por su parte, el Elíseo señaló que «las condiciones protocolarias que hubieran permitido una reunión con los dos jefes de Estado con una distancia menor no eran ni aceptables ni compatibles con los problemas de agenda».

Muestras de ADN

Aunque, oficialmente, el gobierno francés ha esgrimido la razón de la agenda, en algunos medios de comunicación franceses, e internacionales, circula la teoría de que Macron quiso evitar que médicos rusos obtuvieran muestras de su ADN.

El Elíseo no quiso comentar esa explicación, pero fuentes gubernamentales consultadas por la agencia Reuters afirman que sabían que no someterse a la PCR implicaba «que no habría apretón de manos y que se sentarían en aquella mesa larga. Pero no podíamos permitir poner en sus manos el ADN del presidente».

En cualquier caso, lo cierto es que el presidente Macron y sus asesores recelaban de los médicos rusos. El mandatario francés sí se sometió a una PCR, pero en Francia antes de partir hacia Moscú. Al llegar al aeropuerto de la capital rusa también se sometió a un test rápido, aunque siempre con sanitarios franceses.