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Ucrania

Comienza el repliegue de tropas rusas en la frontera con Ucrania

Surge algo más que un rayo de esperanza para evitar la invasión de Ucrania

El ministerio de Defensa ruso comunicó que varias de sus tropas, hasta ahora emplazadas junto a su frontera con Ucrania, comenzaron a replegarse a las bases. A pesar de que los ejercicios militares a gran escala siguen desarrollándose, algunas unidades de los distritos militares al sur y al oeste, dieron su entrenamiento por finalizado, y emprendieron camino de vuelta a casa. La declaración, oficial, alimenta esperanzas de que estemos ya por fin ante la tan ansiada desescalada.

Los presidentes de medio mundo y principales líderes de Occidente, llevaban semanas instando a Vladimir Putin a que diera señales verdaderas de que, como decía, no tenía intención de invadir su antiguo territorio. Los primeros indicios de que el escenario estaba cambiando los dieron Boris Johnson y Joe Biden, durante su última llamada telefónica. Ambos cambiaron el tono y confiaron que aún era posible resolver la crisis a través de un acuerdo diplomático.

«Las unidades que ya han completado sus ejercicios, se han embarcado en el transporte terrestre y ferroviario, y empezarán a trasladarse de vuelta a sus bases hoy», según el portavoz del ministerio, Igor Konashenkov, citado por la agencia de noticias Interfax. «Otras unidades -añadió-marcharán a pie como parte del convoy militar».

Con todo, recalcó que las maniobras aún no han acabado, y la amenaza sigue presente: «Varios ejercicios de combate, incluyendo simulacros, se han desarrollado como planeamos. Las fuerzas armadas rusas continúan con una serie de ejercicios a gran escala para el entrenamiento operacional de las tropas. Prácticamente todos los distritos, flotas, y tropas de aire están involucradas», terminó Konashenkov.

Pero Maria Zakharova, portavoz del ministerio ruso de Asuntos Exteriores, contradijo a Konashekov. A través de la red social twitter, dio el conflicto por terminado y culpó a occidente de alarmismo y difamación. «El 15 de febrero de 2022 pasará a la historia como el día en el que la propaganda occidental falló», publicó. «Han sido humillados y destruidos sin que se pegue un solo tiro», exageró la rusa.

El camino del diálogo

Rusia siempre negó que pensara invadir Ucrania. Aun así, desplegó alrededor de 130.000 soldados junto al país vecino, en una amenaza bélica que ha durado meses. La semana pasada todavía no daba señales de retirada y efectuó ejercicios militares en territorio bielorruso junto al ejercito de ese país aliado. De este modo, Ucrania quedaba, prácticamente, cercada por las fuerzas militares rusas. Moscú utiliza desde diciembre el conflicto en Ucrania como moneda de cambio para negociar con la OTAN. Vladimir Putin pidió garantías formales de que Ucrania, país exsoviético y vecino, jamás ingresaría en la Alianza Atlántica. Washington y Bruselas se negaron, oficialmente, a ofrecer tales garantías, y en su día, el presidente de Estados Unidos Joe Biden declaró que la OTAN «siempre tendría las puertas abiertas».

También el líder de Alemania, Olaf Scholz, que estrenó su cancillería en plena crisis europea, exigió un repliegue de cara a su reunión con el presidente ruso Vladimir Putin. La suya era una misión de alto riesgo diplomático, ya que la fecha señalada para la invasión era el miércoles 16 de febrero. Su respuesta inicial fue criticada por su lentitud, ya que Alemania dudó en un primer momento sobre si sacrificar el proyecto del gasoducto ruso Nord Stream 2. Pero Scholz reaccionó y se reunió con su homólogo en Kiev, Zelensky, para argumentar que «no había justificación posible» para el despliegue militar de Rusia en la frontera. Su encuentro con Putin buscará recalcar la solución hablada. El propio Kremlin insistió en que el camino del diálogo seguía siendo el principal, ya que la diplomacia rusa «aún estaba lejos de agotarse».

Por su parte, la Unión Europea declaró que estaba dispuesta a dialogar sobre las preocupaciones de seguridad de Rusia, que teme que su país vecino pase a formar parte de la alianza militar potencialmente enemiga.