Chile
Chile en peligro
Se pretende pasar a una nación con más de una decena de «nuevas nacionalidades», que tendrían territorios y justicia propias
En menos de un mes, un nuevo gobierno asumirá el poder en Chile. Las perspectivas son aterradoras. El gobierno que asume está compuesto por partidos políticos de extrema izquierda, grupos alternativos, colectivos revolucionarios y todos aquellos que quieren cambiarlo todo.
El nuevo presidente ya ha anunciado su nuevo gabinete, en el que jóvenes comunistas asumirán posiciones relevantes. La intención es provocar, nominando por ejemplo, a la nieta socialista del marxista Salvador Allende como ministra de Defensa Nacional. En este caso, qué duda cabe, la idea es hostigar a las Fuerzas Armadas. En Relaciones Exteriores se nombra a una experta en derechos humanos en que la agenda feminista es protagónica. En Hacienda, se inclinan por un socialista moderado, ex presidente del Banco Central.
En paralelo Chile vive el flagelo de una Convención Constituyente que redacta una nueva Constitución sin rigor alguno. Día a día aprueban normas que atentan en contra de la historia de Chile, en contra del sentido común y de la identidad nacional. A Chile lo están declarando «plurinacional» al estilo venezolano o boliviano. De un Chile unitario, se pretende pasar a una nación con mas de una decena de «nuevas nacionalidades», que tendrían territorios y justicia propias.
El derecho de propiedad pierde su legitimidad
El Poder Judicial, hasta ahora uno de los 3 poderes del Estado, junto al Legislativo y al Ejecutivo, pasaría a ser dependiente de estos últimos dos. El derecho de propiedad pierde su legitimidad y ya nada es intocable. El agua pasa a ser bien nacional y los agricultores no dispondrán libremente de su agua para regar, como lo hacían desde hace 400 años en Chile. Las usurpaciones de terrenos, campos o casas ya no generarán desalojos con fuerza pública, sino mas bien, el inicio de conversaciones con los «okupas» en búsqueda de soluciones de «mutua conveniencia». La lista de disparates legales es extensa.
Los tratados internacionales se revisarán, la minería pasará a ser una actividad del Estado y su expropiación no llevaría aparejada indemnización alguna. Estamos hablando de Chile, un país que pudo transitar pacíficamente de un gobierno militar a una democracia plena. En este contexto, ya un 10 % de la población es inmigrante, la mayoría ilegales. Mas de un 12% de la población corresponde a «pueblos originarios», cuando hace 20 años era solo un 4%. El Estado y sus tentáculos burocráticos fabricó nuevos originarios de la noche a la mañana.
Aunque en las últimas elecciones presidenciales, el candidato de derecha José Antonio Kast obtuvo el 44 % de los votos, la ofensiva de la izquierda a través de la Convención Constitucional está avasallando las ideas del sector minoritario, toda vez, que en la elección anterior de constituyentes la opción apruebo obtuvo el 80% de las preferencias.
Izquierdistas moderados votarán rechazo (a la nueva Constitución)
Lo que viene al final del proceso de redacción de una propuesta constitucional, es la aprobación o rechazo en un plebiscito de salida. Ya varios izquierdistas moderados han indicado que votarán rechazo, pues lo que se esta aprobando hasta la fecha representa un riesgo para el futuro de Chile. Sebastián Piñera, que culmina su período presidencial, deja a Chile más débil, repleto de inmigrantes ilegales -ingresados en su mayoría bajo el régimen de Bachelet- con un clima de mucha inseguridad en el norte de Chile, con un conflicto en la región de la Araucanía al rojo vivo y con serios riesgos de que Chile tome la senda venezolana.
Muchos quisiéramos ser mas optimistas, pero las cosas por su nombre. Quienes continúan imperturbables son la mayoría de los periodistas, que han trabajado como cómplices de lo que hoy enfrenta Chile. Hay temor, hay desesperanza y hay mucha pena de que un bonito país tenga un futuro tan borrascoso. No obstante, todo lo anterior, los chilenos bien nacidos continuarán defendiendo a su patria hoy amenazada. Las próximas semanas serán cruciales. Está por verse cómo se sube al caballo el nuevo joven y progre gobernante.