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El presidente ruso, Vladimir Putin; el ucraniano, Volodímir Zelenski; y el estadounidense, Joe BidenAFP

Crisis Rusia-Ucrania

Los detalles de la respuesta de Rusia a EE.UU. para resolver la crisis en Ucrania

La respuesta rusa incluye una nueva demanda: la retirada de todas las tropas estadounidenses, desplegadas en el centro-este, sureste de Europa y los países bálticos

Primero, Rusia dijo sentirse amenazada en su seguridad por la expansión de la OTAN hacia Europa del Este, luego exigió a Europa y sobre todo a Estados Unidos «garantías de seguridad» a lo que la Alianza Atlántica y Washington respondieron por escrito hace apenas un mes y ahora Moscú responde con una «fórmula para la desescalada» en Ucrania, pero con un «enfoque global».

El Ministerio de Exteriores ruso, que ha escrito la carta de respuesta a Estados Unidos, afirma que la propuesta estadounidense a sus demandas de seguridad «no fue constructiva» y que Washington ha ignorado «la naturaleza del paquete de las propuestas rusas» para sacar solo temas «convenientes» y «ventajosos» para la Casa Blanca y sus aliados.

La fórmula que propone rusia PARA LA DESESCALADA

  • Obligar a Kiev a cumplir con los Acuerdos de Minsk para el Donbás.
  • Detener el suministro de armas a Ucrania y retirar las ya entregadas.
  • Retirar de Ucrania a todos los asesores e instructores occidentales.
  • Rechazar ejercicios conjuntos de los aliados de la OTAN con Ucrania.
  • La retirada de todas las fuerzas armadas y armas estadounidenses, desplegadas en el centro-este, sureste de Europa y los países bálticos.

Sólo vale una «solución global»

Rusia enfatiza una y otra vez que quiere una solución global en «paquete» a sus demandas. Así, señala que la propuesta estadounidense de trabajar en el control de armas y medidas de reducción de riesgos no le vale de forma aislada.

Las consideramos exclusivamente en el contexto general de un enfoque integral y global para resolver el problema de las garantías de seguridadMinisterio de Relaciones Exteriores de Rusia

Moscú se queja además de que EE.UU. quiera centrarse en el diálogo estratégico sobre el control de armas solamente en las armas nucleares y no en otro tipo de armas que también amenazan el territorio del otro.

Igualmente denuncia que Washington ignora su demanda de que retire sus armas nucleares desplegadas fuera de sus fronteras.

Una nueva ecuación de seguridad

Rusia propone a la Casa Blanca desarrollar una nueva «ecuación de seguridad», en la que también se incluya una moratoria verificable al emplazamiento de misiles de corto y medio alcance en Europa.

«En principio, estamos abiertos a la consideración sustantiva de las formas de su implementación práctica», señala.

En cuanto a medidas de mitigación para los vuelos de bombarderos pesados cerca de las fronteras de Rusia y los aliados, Moscú ve en ellas «un tema de discusión y el potencial para acuerdos mutuamente aceptables» si se incluyen también a las patrullas de buques de guerra.

Sobre los ejercicios militares, Rusia sostiene que es «irreal» pensar en aumentar la transparencia para reducir el peligro con la modernización del Documento de Viena de la OSCE sobre medidas de fomento de la confianza y la seguridad.

Moscú sospecha que esta propuesta está dirigida a aumentar el control de las actividades de las Fuerzas Armadas de Rusia

Antes de cualquier debate sobre la actualización o no de las medidas de confianza de la OSCE, «EE.UU. y sus aliados deben abandonar la política de «contención» de Rusia, sentencia Moscú.

«En ausencia de la disposición de EE.UU. a acordar garantías firmes y legalmente vinculantes para garantizar nuestra seguridad (...), Rusia se verá obligada a responder, incluso mediante medidas técnico-militares», advierte el Gobierno ruso en su carta a Washington.

Las antiguas esferas de influencia

​Las demandas rusas son cada vez más amplias y pretenden asegurar su esfera de influencia no sólo sobre Ucrania, sino sobre Europa.

Rusia exige el rechazo a una mayor expansión de la OTAN, la retirada de la promesa hecha en 2008 por los aliados de incorporar a Ucrania y Georgia, el rechazo a la creación de bases militares en el territorio de las exrepúblicas soviéticas, así como el retorno de la infraestructura militar de la OTAN a las posiciones de 1997, antes de su expansión al este y el espacio postsoviético.