Los líderes europeos interpretan el ataque ruso contra Ucrania como un ataque a la Unión Europea

Ucrania no forma parte de la Unión Europea, pero para el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, la invasión de Rusia a Ucrania es, «un ataque contra los cimientos de la Unión Europea».

En una declaración conjunta con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en Bruselas, Michel afirmó que «anoche un cataclismo arrasó Europa» y aseguró que la agresión militar es «una agresión de Putin contra seres humanos, una agresión contra el pueblo ucraniano. Un ataque injustificado».

El presidente del Consejo Europeo afirmó que la intención de Vladimir Putin en Ucrania es «sustituir el estado de derecho por un estado de brutalidad».

Aseguró que la Unión Europea, junto con sus aliados, «haremos que Rusia rinda cuentas», y anunció un paquete de «sanciones masivas» contra Rusia. Subrayó que los socios europeos están «totalmente unidos» junto con sus aliados de la OTAN «para que Rusia rinda cuentas».

Además, indicó que no cree que el pueblo ruso «quiera enviar a sus jóvenes a perder la vida por este ataque». En ese sentido, hizo un llamamiento a Bielorrusia y a sus ciudadanos: «Tenéis la oportunidad de no seguir las acciones destructivas de Rusia contra sus vecinos de Ucrania».

Ursula von der Leyen, por su parte, aseguró que «el pueblo ruso no quiere esta guerra» y destacó que la crisis «va a acercar aún más a los europeos».

Hizo hincapié en que la Unión Europea estará «a la altura de la mayor agresión a Europa en décadas» y lanzó una advertencia: «Han hecho todo lo posible por separarnos, pero han logrado lo contrario. Estamos más unidos que nunca».

Von der Leyen explicó que los países europeos «llevamos trabajando semanas para estar listos ante el peor escenario, esperando lo mejor, pero preparados para lo peor».

Además, anunció que la Unión Europea tratará «de ser independientes de cualquier presión de Rusia con el gas», en referencia a la suspensión del gasoducto Nord Stream 2 que debía aumentar la exportación de gas ruso a Europa.

También anunció ayuda financiera adicional a Ucrania para gestionar el flujo de refugiados y señaló que los países europeos están preparados «para prepararnos para recibir a los refugiados que puedan venir de ucrania».