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Ollanta Humala y Hugo ChávezAFP

Ollanta Humala inaugura el desfile judicial de ex presidentes peruanos por el caso Odebrech

A Humala, por financiación ilegal y sobornos, le podrían condenar a 20 años de cárcel y a su mujer, Nadine Heredia, a 26 por el delito añadido de ocultamiento de fondos

Ollanta Humala y Nadine Heredia calientan el banquillo… de los acusados. El ex presidente es el primero en afrontar un juicio por la presunta financiación ilegal de sus campañas ( 2006 y 2011) por Odebrech, la constructora brasileña más grande de Sudamérica que cayó en desgracia y al hacerlo, salpicó por corrupción a un número sin precedente de ex presidentes y presidentes en ejercicio del continente.

«Se va a demostrar que Ollanta Humala y Nadine Heredia recibieron dinero ilícito del gobierno venezolano a través del expresidente Hugo Chávez y también de Brasil, de una empresa corrupta como fue Odebrecht», garantizó en su intervención judicial el fiscal del caso, Germán Juárez.

Las razones por las que Humala habría recibido esas generosas aportaciones (podrían superar los tres millones de dólares) de Odebrech eran la consecuencia de «una petición del Partido de los Trabajadores (PT), porque existía una ideología afín entre Lula da Silva y Ollanta Humala», aseguró el fiscal.

Humala, de 59 años ,y Heredia, de 45, formaban una pareja como la de Isabel y Fernando en España. El poder, como la intimidad, se compartía en partes, aparentemente, iguales. El matrimonio que llegó a la Casa de Pizarro (sede del Ejecutivo) de Lima en 2011, más por el espanto que producía entonces votar por Alan García que por la pasión que despertaba el ex militar, podría pasar a la historia como la primera pareja de dirigentes peruanos en ser condenada por un escándalo que terminó con la reputación de Odebrech y de muchos gobiernos sudamericanos.

En lista de espera por el mismo asunto están otros ex presidentes como Alejandro Toledo, atrincherado en Estados Unidos a la espera de que el país conceda su extradición y Pedro Pablo Kuczynski (PPK), forzado a renunciar en tiempo récord. Alan García en 2019 prefirió pegarse un tiro en la sien antes de que le retratasen con las esposas en las muñecas y lo llevaran detenido bajo sospecha de recibir sobornos de Odebrech.

El proceso irá para largo (un par de años) si, como está previsto, se escuchan los testimonios de cerca de trescientos testigos. El simbolismo es muy fuerte y si el matrimonio Humala resulta condenado, será un aviso para navegantes al resto de políticos que por ahora esquivan la justicia pero que no podrán hacerlo por tiempo indefinido.

Una de las estrategias para extender el llamado socialismo siglo XXI del difunto Hugo Chávez consistía en regar con dólares las campañas de los candidatos afines, como hizo en España con Podemos.

El caso de Humala fue denunciado en su día pero nunca se aportaron pruebas que lo demostraran. Ahora, el ex presidente podría recibir una condena de 20 años de cárcel mientras que su mujer y virtual jefa de gabinete en la sombra de su Gobierno (2011-16), de seis más, en total de 26 años porque le añaden el delito de «ocultamiento de fondos».

La Fiscalía les imputa, entre otros delitos, haber recibido, en el 2011, tres millones de dólares de Odebrech que le habría entregado en mano al ex presidente, Jorge Barata, por entonces un alto ejecutivo de la empresa.

En este Perú convulso, prácticamente todos los ex presidentes vivos están procesados por la causa Odebrech. La excepción es Alberto Fujimori que cumple condena por delitos de lesa humanidad. No así su hija Keiko y ex candidata presidencial, que está en lista de espera en el Tribunal después de haber estado detenida nueve meses.