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AFP

Guerra Rusia-Ucrania  Rusia se topa con la resistencia ucraniana en Kiev

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha confesado que muchas ciudades a lo largo del país «están bajo ataque»

Ucrania hace frente al tercer día de invasión rusa con las tropas del Ejército del Kremlin a las puertas de la capital. El Pentágono ha reconocido que las fuerzas militares rusas no están logrando avanzar a la velocidad que esperaban y están encontrando más resistencia de la anticipada por parte de las fuerzas ucranianas.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ya vaticinaba que esta sería una noche determinante en el transcurso de la guerra. «Esta noche será más difícil que el día. Muchas ciudades de nuestro Estado están bajo ataque, también Kiev». Durante toda la madrugada se han escuchado explosiones cercanas a la capital.

Los soldados rusos ya se encuentran a las afueras de Kiev donde se están produciendo enfrentamientos con militares ucranianos, como en el barrio de Shuliavka, situado a tan sólo diez kilómetros de edificios gubernamentales, según informa la agencia de noticias ucraniana Ukrinform. Ante esta complicada situación, Zelenski ha pedido a sus ciudadanos que «aguanten esta noche».

«El destino de Ucrania se está decidiendo ahora mismo, será una noche muy difícil y el enemigo utilizará todas las fuerzas disponibles para romper la resistencia de los ucranianos», adelantaba el presidente. Zelenski ha agradecido a la población ucraniana su resistencia y ha vuelto a subrayar que «defenderemos nuestra independencia». Una noche más, la tercera desde que empezará la invasión rusa, no dejan de escucharse explosiones por todo el país.

Mientras tanto, la Unión Europea y Estados Unidos han aprobado un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, más en concreto contra el propio presidente, Vladimir Putin, y su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov. La portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajárova, ha restado importancia a este anuncio diciendo que estas sanciones muestran la «impotencia» de los países occidentales.

A parte de la guerra a pie de calle se está poniendo en evidencia otra batalla: la de la desinformación. Aquí Moscú juega con ventaja. Putin ha vuelto a arremeter contra el Gobierno ucraniano al que ha acusado de «drogadictos» y «neonazis» y ha animado al Ejército del país a dar un golpe de Estado. «Tomad el poder con vuestras propias manos. Parece que será más fácil llegar a acuerdos con vosotros», ha sentenciado el presidente ruso.

Además de difundir la idea de que el Gobierno ucraniano está cometiendo un «genocidio» y que están sometidos a una ideología nazi. El Kremlin afirma que el Ejército ucraniano apenas está oponiendo resistencia, lo que se traduce en que no están sufriendo bajas. Rusia no está ofreciendo datos oficiales de muertos ni de heridos.

Otra información que ha esparcido Moscú es que el presidente ucraniano había abandonado el país. El propio Zelenski ha desmentido la noticia subiendo un vídeo por las calles de Kiev ahondando en su promesa de resistir hasta el final. «Estamos aquí. Estamos en Kiev. Defendiendo Ucrania», ha dicho el líder ucraniano en el vídeo donde aparece con varios de sus ministros.

Mientras la situación en Ucrania se vuelve insostenible, el Consejo de Seguridad de la ONU se volvía a reunir para promover una resolución condenado el ataque ruso al país del este de Europa. Una batalla perdida desde el inicio, puesto que Moscú tiene poder de veto y, además, ostenta la presidencia del organismo.

El texto presentado buscaba que Rusia retirara «inmediata, completa e incondicionalmente» sus fuerzas militares de Ucrania y «revirtiera» la decisión de reconocer la independencia de las provincias del este de Ucrania de Donetsk y Lugansk, en guerra, ya que «viola la integridad territorial». Una condena que no ha salido adelante por el más que esperado veto ruso, que además ha contado con la abstención de China, India y Emiratos Árabes Unidos.