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Monumento de Babyn Yar a las víctimas del Holocausto antes de su destrucciónAFP

Guerra Rusia-Ucrania

Judíos de todo el mundo condenan la invasión rusa: «Quien debería ser desnazificado es Putin»

Los bombardeos rusos contra Kiev destruyeron un monumento a las víctimas ucranianas del genocidio nazi contra los judíos en la Segunda Guerra Mundial

Frustrado por el fracaso de su estrategia inicial, que implicaba una rápida y limpia conquista de Ucrania, el presidente ruso Vladimir Putin ha optado por la estrategia de tierra quemada en su invasión a Rusia. Las fuerzas armadas no respetan nada ni a nadie: ni la vida de los civiles, ni los símbolos de las ciudades ucranianas ni los lugares más sagrados.

Los bombardeos rusos profanaron en Kiev el monumento conmemorativo a las víctimas del Holocausto, el genocidio perpetrado por los nazis contra los judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

El monumento se encontraba en el barranco Babyn Yar, el lugar donde los soldados nazis asesinaron a 150.000 personas, entre ellas a 30.000 judíos en otoño de 1941.

Ucrania, que tenía una importante comunidad judía antes de la Segunda Guerra Mundial, fue uno de los países que más sufrieron los crímenes del nazismo. En ucrania habría muerto más de millón y medio de judíos en las persecuciones efectuadas por los nazis.

A pesar del genocidio, la comunidad judía de Ucrania sigue siendo importante e influyente. El mismo presidente, Volodimir Zelenski, es judío practicante.

El nazismo nace del silencioVolodimir Zelenski, presidente de Ucrania

La destrucción del monumento de Kiev a las víctimas del Holocausto ha causado indignación entre los judíos de todo el mundo. El presidente Zelenski lanzó un llamamiento a las comunidades judías para que condenen la agresión rusa contra su país: «Me dirijo a todos los judíos del mundo. ¿No veis los que está pasando? Es muy importante que en este momento los millones de judíos de todo el mundo no se queden callados. El nazismo nace del silencio», advirtió.

En un mensaje de vídeo, Zelenski condenó la destrucción del monumento, afirmó que «para cualquier persona normal que conozca la historia, Babyn Yar es un lugar especial para Kiev, un lugar especial para Europa».

Babyn Yar, continuó Zelenski, «es un lugar de oración, un lugar para la memoria, para recordar a las más de 100.000 personas asesinadas por los nazis. ¿Quién te crees que eres para convertirlo en un objetivo de tus misiles?», preguntó dirigiéndose directamente a Putin.

Zelenski hizo también referencia al ataque ruso contra la ciudad de Uman, un lugar sagrado para los judíos ortodoxos, en la primera noche de los bombardeos, el jueves 24 de febrero. Decenas de miles de judíos del movimiento jasidí, una corriente mística dentro del judaísmo, se congregan cada año para celebrar en esta localidad la fiesta judía del Rosh Ha Shaná, que marca el fin de año judío.

El llamamiento de Zelesnki no cayó en saco roto y numerosas voces procedentes del judaísmo han condenado a Rusia. El Comité Internacional de Auschwitz y de otros memoriales de campos de concentración nazi, condenaron las palabras de Putin en las que justificaba la invasión rusa con el argumento de que pretende «desnazificar» Ucrania.

«No podemos aceptar que esas palabras se empañen de esa manera», lamentaron los responsables del Comité Internacional.

El mismo presidente del memorial de Babyn Yar condenó, en declaraciones a The Times, las palabras del presidente ruso: «Putin pretende distorsionar y manipular el Holocausto para justificar una invasión ilegal de un país democrático y soberano. Es absolutamente abominable. Que haya comenzado el ataque contra Kiev con un bombardeo sobre Babyn Yar, donde se produjo la mayor masacre perpetrada por los nazis, resulta muy simbólico».

El nazi que debería ser desnazificado es Vladimir PutinYaakov Bleich, rabino mayor de Ucrania

El rabino mayor de Ucrania, Yaakov Bleich, también expresó su indignación por el ataque contra el memorial y condenó la agresión rusa: «El nazi que debería ser desnazificado es Vladimir Putin. Está matando a las mismas personas a las que aseguró que quería proteger».

Tras el llamamiento de Zelenski a los judíos de todo el mundo, el primer ministro de Israel, Naftali Bennet, llamó al presidente ucraniano y, a continuación, a Vladimir Putin, para tratar de mediar. Israel condenó el ataque contra el memorial en Kiev, pero evitó condenar a Rusia.

Además, el museo Yad Vashem de Jerusalén, dedicado a documentar los crímenes del nazismo contra los judíos durante la Segunda Guerra Mundial, emitió un comunicado en el que condenó el ataque contra el memorial del Holocausto en Kiev.

«Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que se tomen medidas destinadas a proteger las vidas de los civiles y los lugares históricos, debido a su valor irremplazable para la investigación, la educación y el recuerdo del Holocausto. En lugar de ser sometidos a violencia indiscriminada, los lugares sagrados como Babyn Yar deben protegerse», se señala en el comunicado del museo.