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El periodista Pablo González, en el Donbás

Un periodista español, detenido en Polonia como sospechoso de espiar para Rusia

Las autoridades polacas aseguran que realizaba tareas a favor de Rusia aprovechando su estatus de periodista

Un periodista español fue detenido en territorio polaco cerca de la frontera con Ucrania, sospechoso de espionaje por cuenta de los servicios de inteligencia militar rusos GRU, según ha anunciado la agencia para la seguridad polaca ABW.

Pablo González trabaja para Público y para La Sexta. «Los agentes de la ABW detuvieron a un ciudadano español de origen ruso (...). Fue identificado como agente de la Dirección general de información del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa», según un comunicado de los servicios polacos. «Llevaba a cabo actividades en favor de Rusia aprovechando su estatuto de periodista», agregó.

El abogado del periodista, Gonzalo Boye, conocido por ser el abogado de Carles Puigdemont, había notificado hacía días la detención de su cliente. En la noche del jueves, a través de Twitter, confirmó los motivos por los que González había sido arrestado. «Acabamos de ser informados por el Consulado de España en Polonia que a Pablo González le acusan de un delito de espionaje del artículo 130.1 del Código Penal polaco y que se encuentra en prisión provisional en la cárcel de Rzeswów».

Según el el Comité para la Protección de Periodistas, el 6 de febrero «agentes de seguridad ucranianos detuvieron a González durante varias horas en Kiev, acusándolo de haber realizado reportajes en zonas controladas por el ejército en la región del Donbás sin tener la acreditación apropiada, antes de ser liberado sin cargos».

Según los servicios polacos, González fue detenido la noche del 27 al 28 de febrero en Przemysl, cerca de la frontera polaco-ucraniana, donde había pasado varios días. «Preparaba un viaje a Ucrania», indicó la ABW.

Según la fiscalía polaca, el periodista llevaba a cabo sus actividades en Przemysl, en el puesto fronterizo de Medyka y en Varsovia, pero también en otros países. Tenía en su poder dos pasaportes y dos tarjetas bancarias rusas, con dos nombres diferentes. Puede ser condenado a 10 años de prisión en Polonia.