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Para el presidente ruso, que los aviones de la OTAN sobrevuelen Ucrania es sinónimo de involucrarse en el conflicto

Putin decreta que cerrar el espacio aéreo de Ucrania equivale a una declaración de guerra

Para el presidente ruso, que los aviones de la OTAN sobrevuelen el país es sinónimo de involucrarse en el conflcito

Mientras Rusia continúa su lento avance hacia Kiev, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski reprochó a la OTAN su indecisión a la hora de cerrar el espacio aéreo sobre Ucrania. Sería una maniobra que, de llevarse a cabo, reduciría la importante ventaja militar del ejército ruso: «Todos aquellos que mueran, de ahora en adelante, lo harán por vuestra culpa. Por vuestra debilidad y vuestra desunión», espetó Zelenski, a través de un discurso desde la capital ucraniana.

Pero la negativa de la OTAN tiene fundamento: cerrar el espacio aéreo de Ucrania implicaría que aviones de combate de la Alianza atacaran cazas rusos. El propio Vladimir Putin considera que la exclusión aérea sería equivalente a una declaración de guerra.

«Oímos por ahí que es necesario implantar una zona de exclusión aérea sobre el territorio de Ucrania», observó Putin en una reunión con mujeres tripulantes de vuelo de las aerolíneas rusas, difundida por la televisión pública. «Hacer esto es imposible desde el propio territorio de Ucrania, solo se puede hacer desde el territorio de algunos Estados vecinos. Pero cualquier movimiento en esa dirección será considerado por nosotros como una participación en el conflicto armado por parte de ese Estado desde cuyo territorio se crean amenazas a nuestro país», subrayó.

La OTAN quiere evitar a toda costa un involucramiento directo en el conflicto, y por eso se niega a ofrecer apoyo militar sustancial. En su lugar, se dedica a imponer duras sanciones económicas contra Rusia, sus bancos, y sus oligarcas.

Durante una reunión extraordinaria con los ministros de Asuntos Exteriores, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, defendió la negativa de su alianza, y también argumentó que el cierre aéreo en Ucrania implicaría un enfrentamiento directo entre la OTAN y Moscú. Según Stoltenberg, «los aliados estuvieron de acuerdo en que no debería haber aviones de la OTAN operando sobre el espacio aéreo ucraniano, ni tropas dentro de su territorio».

«La única forma de cerrar el espacio aéreo es enviar aviones de guerra de la OTAN al cielo de Ucrania, y asegurar la zona a través de ataques contra los aviones rusos», explicó el Secretario General. «Si hacemos eso, acabaríamos en una situación que podría desencadenar una guerra en toda regla en Europa, una que involucrase a muchos más países y mucho más sufrimiento humano. Por esa razón, hemos tomado la dolorosa decisión de imponer sanciones pesadas, ofrecer apoyo sustancial, pero, a la vez, no involucrar a las fuerzas de la OTAN directamente en el conflicto de Ucrania», añadió.

La introducción de una zona de exclusión aérea sería de gran ayuda para las fuerzas militares ucranianas, cuyo admirable aguante en Kiev y otras ciudades no puede durar para siempre. Sobre tierra, la resistencia ucraniana rechaza en mayor o menor medida los envites rusos, pero en el ámbito aéreo Rusia tiene demasiada ventaja. Según Zelenski, la negativa de la alianza «da luz verde» a que Putin continúe con su bombardeo a ciudades y municipios.

En su enfurecido discurso a los miembros de la OTAN, el presidente ucraniano argumentó que las reservas de Occidente señalan «la autohipnosis de aquellos que son débiles e inseguros», y que «no todos consideran que la lucha por la libertad sea la principal prioridad de Europa».