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Una mujer asiste a una misa de celebración del Miércoles de Ceniza en la Catedral Metropolitana de Managua, el pasado 2 de marzoAFP

El Nuncio de Nicaragua abandona el país por «falta de comunicación» con el Gobierno de Ortega

La salida del religioso ahonda aun más la brecha originada entre el Ejecutivo autoritario y el clero durante las protestas de 2018

El representante del Vaticano en Nicaragua, el polaco Waldemar Sommertag, ha abandonado el país debido a un problema de «falta de comunicación con el gobierno» del presidente Daniel Ortega, según apuntó este martes un representante del clero.

En declaraciones al Canal 10 local, el obispo Carlos Herrera explicó que entre el nuncio y el gobierno «no se han dado buenas relaciones», por lo que es posible que el Papa haya decidido que Sommertag renuncie a su cargo actual.

La Nunciatura (misión diplomática de la Santa Sede acreditada en un país) ya había informado el lunes de que Sommertag «se ausentó» de Nicaragua el pasado domingo sin mencionar ni los motivos de la salida ni tampoco si sería temporal o definitiva. En su lugar quedó un encargado de negocios, monseñor Marcel Mbaye Diouf.

Sin aportar mayores detalles, el obispo Herrera explicó que en las funciones del nuncio ante el gobierno «había ciertas limitaciones». «¿Si no hay comunicación, de qué sirve estar en esa función de diplomático?», agregó.

Siguiendo esta versión, una fuente diplomática explicó a AFP, bajo anonimato, que la manera en la que se desarrollaron los acontecimientos, «sin mensaje ni encuentro de despedida con el cuerpo diplomático en Managua ni con la Conferencia Episcopal, apunta a una salida precipitada que no se puede explicar sino por una expulsión de facto».

Persecución a opositores

El gobierno de Ortega, blanco de críticas internacionales por mantener detenidos a más de 40 opositores a los que acusa de «menoscabar la soberanía nacional», no se ha pronunciado sobre el asunto. Ya en noviembre, a través de un decreto presidencial, Ortega le había quitado a Sommertag el cargo de «Decano del Cuerpo Diplomático».

El representante permanente del Vaticano llegó a Managua en mayo de 2018, cuando el país se encontraba tomado por manifestaciones antigubernamentales multitudinarias en las que la Iglesia católica fue mediadora para buscar una salida a la crisis, lo que tensionó al máximo unas relaciones con el Gobierno que no se han recuperado desde entonces.

El nuncio participó como testigo en la segunda etapa del diálogo, que tuvo lugar en 2019 y que fue suspendido sin resultados. Por su parte, un grupo de familiares de opositores presos lanzó en diciembre una campaña para lograr la liberación de sus parientes. Para ello pidieron, al nuncio, entre otros actores, sus oficios para gestionar ante el gobierno su liberación.