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Encuentro virtual entre los líderes de Estados Unidos y China, en noviembre de 2021EFE

Guerra Ucrania-Rusia

China culpa a la OTAN de la guerra antes de la llamada de Biden a Xi

Los mandatarios estadounidense y chino mantendrán hoy una conversación telefónica en la que se puede decantar el futuro papel del gigante asiático en la guerra de Ucrania

China elevó anoche el tono contra Estados Unidos después de que el país norteamericano amenazase al país asiático con «imponer costes» en caso de que ayudara a Rusia en su invasión a Ucrania. Todo ello a pocas horas de que el líder del gigante asiático, Xi Jinping, y el presidente estadounidense, Joe Biden, mantengan una conversación telefónica.

«La decisión del gobierno de EE.UU. sobre la expansión de la OTAN hacia el este está directamente relacionada con la actual crisis de Ucrania», aseguró ayer el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Zhao Lijian, comprando, así, parte del discurso con el que el presidente ruso, Vladímir Putin, justifica su ofensiva militar contra el país vecino.

China, que asegura estar promoviendo conversaciones para resolver el conflicto, ha mantenido una posición ambigua hasta ahora en relación a la guerra de Ucrania. Al igual que Rusia, China tampoco utiliza la palabra «invasión» y ha criticado las sanciones económicas impuestas por Occidente para tratar de asfixiar la economía rusa.

El país oriental podría decantarse explícitamente hacia uno de los dos lados después de que se celebre la conversación entre Xi y Biden, que ha sido solicitada por EE.UU., según afirmó Pekín anoche en un escueto comunicado.

Desde EE.UU., en otro breve anuncio, se aseguró que la charla entre los líderes de las dos principales potencias económicas del mundo trataría sobre «la gestión de la competencia entre nuestros dos países, así como la guerra de Rusia contra Ucrania y otros temas de interés mutuo».

Washington presiona a Pekín para que no dé aire a Putin

La llamada se producirá después de haberse producido contactos diplomáticos de alto nivel que han elevado las alarmas en Washington sobre una posible mayor implicación de China en el conflicto.

El asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, y Yang Jiechi, el principal diplomático del Partido Comunista Chino (PCCh), se reunieron en un hotel de Roma esta semana, en un encuentro de seis horas considerado como «trascendental» por la Casa Blanca.

En Washington temen que el país asiático pudiera enviar ayuda militar a Rusia. Ayer, el embajador chino en Ucrania, Fan Xianrong, delimitó la línea roja de la participación china en el conflicto en que «China nunca atacará a Ucrania», pero no se pronunció, en un sentido o en otro, sobre un hipotético envío de armamento.

A tenor de las reacciones de EE.UU., el contenido de aquel encuentro diplomático no ha debido de ser muy halagüeño, al menos en lo referente a las expectativas de que China no dé aire a Putin económicamente para que pueda seguir sufragando una guerra que ya suma miles de muertos y más de tres millones de desplazados.

Por ahora, el papel del país del sol naciente, más allá de declaraciones, ha sido el de seguir garantizando una relación comercial normal tanto con Rusia como con Ucrania. Algo que el Gobierno chino tiene intención de seguir desarrollando basándose en los principios de respeto y beneficio mutuos e igualdad, como aseveró ayer el portavoz del Ministerio de Comercio chino, Gao Feng.

Biden, «muy preocupado»

En este contexto, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, avisó ayer a Pekín en una rueda de prensa de que «el presidente Biden dejará claro que China tendrá responsabilidad de cualquier medida que tome para apoyar la agresión de Rusia y no dudaremos en imponer costes».

Y es que Biden está «muy preocupado» de que China pueda ayudar a Rusia, como explicó ayer la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, durante su rueda de prensa diaria, según recogió Efe.

Psaki eludió aclarar cuáles podrían ser las consecuencias concretas de que China ofreciese ayuda militar o intensificase sus lazos comerciales con Moscú, aunque éstas probablemente vendrían en forma de sanciones económicas. Algo que podría trascender a la guerra en Ucrania, dada la reciente batalla comercial librada hasta hace bien poco por las dos superpotencias, que se disputan la hegemonía mundial.

Y mientras China sigue teniendo en Rusia un socio con el que aumenta sus relaciones comerciales cada año, la Cámara Baja de Estados Unidos aprobó ayer un proyecto de ley que elimina el trato comercial favorable a Rusia. En la práctica, una nueva manera de golpear la economía rusa, imponiendo aranceles a las importaciones de productos rusos a EE.UU., y también un aviso a China, el socio comercial más importante del mundo.

¿Dinamitará China parte de los puentes comerciales con Occidente por defender las acciones de Putin? Parece poco probable. Un informe de amenazas globales elaborado este jueves por la Agencia de Inteligencia de Defensa del Pentágono y publicado por Bloomberg se inclinaba a que «Pekín probablemente se resista a respaldar completamente a Rusia para preservar sus propias relaciones económicas con Europa y EE.UU.».