El portavoz del Kremlin confirma que Rusia podría «usar armas nucleares» si se siente acorralada

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov acusó a EE.UU de obstaculizar las «difíciles» negociaciones de paz. El secretario general de Naciones Unidas, Antoni Guterres, no duda cuando dice que es «imposible ganar» esta guerra y conmina al Kremlin a llegar a un acuerdo. Emmanuel Macron, quizás el presidente europeo que en más ocasiones ha hablado con Vladimir Putin y Volodimir Zelenski, instó al ruso a «negociar de buena voluntad» mientras su portavoz, Dmitri Pescov, confirmó que sí, que «podría ser» que Rusia recurra a la opción nuclear si el horizonte lo ve muy negro.

Con estos antecedentes inmediatos el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se sentará a la mesa de la OTAN y de la UE, -además de con el G7- y hará repaso de la situación con los aliados. Las expectativas apuntan al anuncio de un nuevo paquete de sanciones a Moscú y el diseño de un fondo de reconstrucción de Ucrania, para el día después de la guerra.

«Nosotros tenemos un concepto de seguridad doméstica. Es público. Ustedes pueden leer todas las razones por las que las armas nucleares puedan ser usadas». El arranque de la frase de Dmitri Pescov, portavoz del Kremlin, provocó un gesto de estupor en Christiane Amanpur, la periodista de la CNN que le entrevistaba anoche. Rápida de reflejos, insistió en pedirle que desarrollara la explicación: «Si existe una amenaza existencial para nuestro país, ellas (las armas nucleares) pueden ser usadas en línea con nuestro concepto», respondió.

Las declaraciones de Pescov perturban en Ucrania y en la comunidad internacional, confundida en un laberinto de informaciones contradictorias sobre quién está ganando una guerra que va camino de cumplir un mes de combates. La batalla de la propaganda, a un lado y otro, sigue su escalada y distinguir entre verdad e imaginación resulta cada día más complicado.

China rechaza dejar fuera a Rusia

En este escenario y con Biden aterrizando en Bruselas, Washington sugirió, por razones evidentes, dejar fuera de la reunión del G-7 a Rusia pero China rechazó la propuesta. «Rusia es un miembro importante y ningún país miembro tiene derecho a expulsar a otro país», declaró Wang Wenbin, portavoz de Exteriores de Pekín.

El Pentágono aprecia más que indicios de que Ucrania ha pasado a la contra ofensiva pese a perder territorio y ser, poco a poco, devastada. EE.UU. asegura que el país, no solo resiste con una defensa colosal sino que la estrategia militar le permite ahora protagonizar, además de emboscadas, acciones de contra ofensiva dura mientras Rusia, en términos militares, pierde fuelle y un 10 por ciento de sus efectivos han caído. «Lo que vemos es una tentativa desesperada rusa de recuperar impulso», afirmó esta semana un alto responsable del Pentágono. la conclusión la expuso mientras los tanques rusos permanecen a unos 15 kilómetros al noroeste y 30 al este de Kiev, la joya de la Corona de esta invasión.

El ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, lejos de tender puentes o mantener la discreción de unas conversaciones complejas, arrojó más leña al fuego de la tensión al acusar a EE.UU. de esforzarse en «obstaculizar» las negociaciones y tener como objetivo «dominar» el orden mundial. «Las negociaciones son difíciles, -explicó en un foro de estudiantes- la parte ucraniana -aseguró- cambia constantemente de posición. Resulta complicado librarse de la impresión de que nuestros socios estadounidenses llevan de la mano» a Ucrania.

Joe Biden a la frontera

La crisis de refugiados supera ya la cifra de tres millones y medio. Las fronteras de Ucrania son un constante ir y venir de gente que huye de las bombas. El destino, para la mayoría, es desconocido. Sin previsión de cruzar al otro lado, Joe Biden que estará en Bélgica y Polonia estos días, podría acercarse a la frontera polaca como gesto de solidaridad con los que se han visto obligados a dejar sus hogares, su tierra y su familia.

La Casa Blanca descartó la idea de una escala por sorpresa a Kiev, donde los bombardeos, con predilección por las noches, desesperan a Volodimir Zelenski y a la población. El primero no arroja la toalla y el resto resiste en los refugios atentos a toques de queda que son y se hacen eternos.