Día 29 de la guerra en Ucrania
Los insólitos problemas de comunicación de las tropas rusas en Ucrania
Ucrania presume de interceptar sus mensajes y se burla de su torpeza en algo tan básico como es poder mantener conversaciones encriptadas
En la era de las comunicaciones Rusia parece haber cometido un error garrafal. Su sistema de transmisión sobre el terreno no parece que le resulte operativo. Ucrania presume de interceptar sus mensajes y se burla de su torpeza en algo tan básico, como es poder mantener conversaciones directas y encriptadas.
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La revista Foreign Policy publica un informe detallado donde da cuenta de los problemas que afronta el ejército ruso al estar expuesta toda su estrategia y decisiones. Las unidades ucranianas han podido saber en ocasiones hasta la ubicación de altos mandos de las Fuerzas Armadas. Esto, ha permitido la intervención de francotiradores y explicaría la muerte de algunos de los cinco generales rusos caídos hasta ahora en combate. Entre otros, el general checheno Magomed Tushaed, muerto en el aeropuerto de Hostomel, cerca de Kiev y el de Brigada Andrei Sukhovetsky que fue alcanzado por un disparo certero como le ocurrió también al coronel Dmitry Safronov.
«Simplemente, no estaban preparados para operaciones de esta intensidad durante tanto tiempo y en tantas líneas de ataque múltiples y diferentes. Lo que apreciamos es que tienen algunas dificultades de comando y control», explica un alto mando de Defensa de Estados Unido a la revista. «Vemos -desarrolla- cómo usan muchas comunicaciones que no están encriptadas porque su capacidad para hacerlo, por la razón que sea, no se lo permite».
Los problemas de comunicación entre las unidades rusas se acrecienta con los combates y bombardeos. La destrucción de torres de comunicación de 3G y 4G en los alrededores de Járkov obligó a los rusos a prescindir de las líneas confidenciales y hablar sin cortafuegos. «Creo que esperaban atacar repentinamente y obtener una infraestructura ucraniana más o menos intacta», confía Gavin Wilde, ex director en el Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU. de la sección Rusia, el Báltico y el Cáucaso.
Recurrir al walkie-talkie
El 25 de febrero, al día siguiente de la invasión, el desorden comunicacional era de tal envergadura que hubo unidades que no entendían las órdenes ni sabían a dónde debían dirigirse. En este escenario el diario Kiev Post se hace eco de las declaraciones del experto militar Jack Watling, en las que asegura que que llegaron «a recurrir a walkie-talkies». «Hablar en frecuencias no encriptadas permitió a todos, desde radioaficionados hasta servicios de inteligencia ucranianos y extranjeros, escuchar fácilmente». Por esas conversaciones, pudieron saber «que los rusos estaban conmocionados. No sabían lo que estaba pasando». Mick Malroy, ex subsecretario adjunto de Defensa, observaba: «Si no puedes comunicarte con la gente, no se puede considerar una operación militar».
Ucrania, con una mentalidad más tecnológica que Rusia, desactivó todos los números móviles con código ruso. La reacción de los soldados fue apropiarse de los teléfonos de los civiles ucranianos. De este modo, también esas conversaciones pueden ser pinchadas. «Esta situación le brinda a la inteligencia grandes oportunidades para comprender los planes y la ubicación de las unidades enemigas», reflexionó Dmytrp Alperovych, experto en ciber seguridad de Silverado Policy Accelerator.
Estos fallos en el sistema de comunicación permitieron a los servicios de inteligencia ucranianos escuchar conversaciones entre soldados y altos mandos con sus familias y descubrir cómo muchos de ellos fueron engañados para ir la guerra. La mayoría, asegura el informe, pensaba que estaban desarrollando ejercicios militares y querían -y quieren- desertar.