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Tropas españolas que participan en las misiones de la OTAN en LetoniaMinisterio de Defensa

Guerra Ucrania-Rusia  Occidente redefine su papel en Ucrania un mes después de la invasión

Cuatro semanas después de que Putin aprobará su «operación militar especial», los países occidentales tendrán que acordar nuevas medidas para intentar poner fin a una guerra que se libra a las puertas de Europa y de varios países de la OTAN

Los líderes occidentales afrontan un par de días frenéticos marcados por la invasión rusa a Ucrania, justo cuando se cumple un mes desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, diera luz verde a su «operación militar especial». A la cumbre de la OTAN y la cumbre de emergencia de la UE, que contará con la presencia del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hay que sumar el encuentro del G-7.

Todos ellos tendrán la mirada puesta en Ucrania. En un paso más para aislar a Rusia del panorama internacional y mostrar la unidad de los aliados, se espera que tras estos días de intensa actividad se establezcan nuevas sanciones, así como una mayor presencia de la Alianza Atlántica en el flanco oriental.

Así lo adelantaba este miércoles el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que apuntaba que el primer paso es el despliegue de cuatro nuevos «grupos de batalla» en Bulgaria, Hungría, Rumanía y Eslovaquia. Estas fuerzas se sumarán al contingente que la Alianza ya tiene desplegado en Polonia y los países bálticos.

«Esto significa que tendremos ocho grupos de batalla multinacionales de la OTAN a lo largo del flanco oriental. Del Báltico al mar Negro», ha especificado Stoltenberg. En total hay 100.000 tropas norteamericanas y 40.000 soldados bajo mando directo de la Alianza, concentrados sobre todo en el Este, con respaldo aéreo y naval.

Los líderes occidentales tendrán que ponerse de acuerdo en cómo actuar en caso de que se traspasen ciertas «líneas rojas», como pueden ser el uso de armas químicas o biológicas o que China se decida, finalmente, a suministrar armas a Rusia. «Pekín se ha unido a Moscú para cuestionar el derecho de las naciones independientes a elegir su propio camino», ha resaltado el secretario general, por lo que se espera que China sea otro de los grandes asuntos que se aborden.

En la misma línea que el resto de los países europeos, así como ya lo ha manifestado Estados Unidos y la Unión Europea, Stoltenberg descartó cualquier acción de la Alianza en Ucrania. El secretario defendió el derecho de este país europeo a la legítima defensa «en virtud de la Carta de las Naciones Unidas» y la OTAN está «ayudando a los ucranianos a defender este derecho fundamental», pero «tenemos la responsabilidad de garantizar que la guerra no se intensifique más allá de Ucrania y se convierta en un conflicto entre la OTAN y Rusia», aclaró.

Desde que estalló el conflicto en la región del Donbás en 2014 y Rusia se anexionará ilegalmente la península de Crimea, los aliados han estado entrenando a las fuerzas armadas ucranianas, aumentando «significativamente» sus capacidades. La OTAN espera que tras esta cumbre, los líderes acepten fortalecer la postura de la Alianza en todos los dominios. Según Stoltenberg, Occidente se enfrenta a una nueva realidad en materia de Defensa, «por lo tanto debemos restablecer nuestra disuasión y defensa a largo plazo».

La guerra en Ucrania ha provocado un viraje de muchos gobiernos europeos en su política de Defensa. Alemania, por ejemplo, anunció que aumentaría su inversión en esta materia llegando hasta el 2 % de su PIB, al igual que España. Además, la mayoría de países ha mandado armas a Ucrania. Por su parte, la Unión Europea aprobaba, por primera vez en su historia, la compra y entrega de armas a un país tercero.

Otro paso histórico para la institución comunitaria es la creación de un nuevo cuerpo de 5.000 soldados que, en palabras del alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, sea capaz de «responder a amenazas inminentes o reaccionar rápidamente ante una situación de crisis fuera de la Unión».

El gas ruso, objetivo principal de EE.UU.

Estados Unidos aterriza en Bruselas con un objetivo claro, que Europa reduzca su dependencia del gas ruso. El consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, reveló que EE.UU. estaba buscando formas para aumentar los suministros de gas natural licuado hacia el Viejo Continente. También adelantó que se anunciarán sanciones más estrictas, coordinadas con el G-7, contra cualquier país que ayude a Rusia a «eludir las restricciones».

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, intervendrá en la cumbre de la OTAN a través de videoconferencia. Zelenski, que a pesar del recrudecimiento de la guerra no abandona la capital, Kiev, ha llevado a cabo una incesante labor diplomática, manteniendo encuentros con los líderes europeos e interviniendo ante los parlamentos de los distintos países, como Italia, Alemania, Israel e, incluso, en el Senado de Estados Unidos.

Zelenski, en uno de sus habituales vídeos, volvió a señalar este miércoles que «el cielo de Ucrania sigue sin ser seguro, no hemos recibido tanques ni aviones», en un nuevo reclamo por que se declare esa ansiada zona de exclusión aérea. «A lo largo de estas tres cumbres veremos quién es nuestro amigo, nuestro aliado y quién nos traiciona por dinero», precisó el presidente ucraniano.