Día 29 de la guerra en Ucrania
Ucrania entierra a sus muertos en parques infantiles
Los ataques a Mariúpol impiden sepultar a los caídos en sus cementerios y los civiles se resignan a convertir los parques para niños en sepulcros masivos
Casi mil víctimas mortales desde que empezó la guerra en Ucrania. El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas cifra en 902 los civiles fallecidos durante el conflicto, además de 1.459 heridos de gravedad. En Mariúpol, ciudad brutalmente asediada por las fuerzas militares rusas, los habitantes se resignan a enterrar, donde pueden, a sus muertos. En lo que resulta un cruel contraste, excavan y establecen sus sepulcros en parques infantiles.
El periodista ucraniano Andriy Tsaplienko publicó a través de Telegram imágenes del hecho. Las firmó, «Mariúpol: Entierro de civiles en parques para niños». Las fotografías, tomadas a plena luz del día, muestran un colorido parque infantil con sus toboganes y columpios, pintados de alegres rojos, azules, verdes y amarillos. Los niños juegan y se columpian a pocos metros de una hilera de cruces de madera con letreros. En trozos de cartón, los nombres de los fallecidos están escritos con rotulador. Al pie de algunos, alguien ha depositado flores.
La ocupación rusa insiste en destruir la ciudad de Mariúpol, que resiste a duras penas. La artillería y bombardeos constantes convirtieron en escombros gran parte de los edificios. Según el presidente Volodmir Zelenski, los ataques rusos habían «reducido la ciudad a cenizas», en una situación que la Cruz Roja describe como «apocalíptica». La crisis es tal que, actualmente, es imposible enterrar a los fallecidos en cementerios.
Aún más triste es la historia de los intentos de evacuación. En las últimas semanas, hubo dos tentativas de sacar a los civiles de Mariúpol, pero ninguna tuvo éxito. Es más; una de las rutas de salida propuesta por Rusia durante el segundo empeño resultó estar sembrada de minas, una trampa que habría segado las vidas de cientos de civiles. Tras los dos intentos fallidos, ni la Cruz Roja, ni las Naciones Unidas tienen acceso a la ciudad. A diario, los representantes de estas dos organizaciones pugnan por acordar con Rusia corredores humanitarios desde Mariúpol hasta el resto de Ucrania, pero de momento, no lo consiguen.