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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente del Consejo Europeo Charles MichelAFP

Guerra Rusia-Ucrania

La Unión Europea se entrega a Estados Unidos para reducir su dependencia del gas ruso

Washington está decidido a que Europa rompa con Rusia y suministrará hasta 15.000 millones de metros cúbicos más de gas natural licuado al Viejo Continente

El Consejo Europeo ha vuelto a contar, por segunda vez, con la presencia del presidente de Estados Unidos Joe Biden. La invasión rusa de Ucrania ha servido para reforzar la relación entre la Unión Europea y el país norteamericano, un vínculo que se había visto gravemente dañado tras cuatro años con Donald Trump al frente de la Casa Blanca. Biden que, al ser nombrado presidente de Estados Unidos, declaró que su país estaba de vuelta, ha viajado a Bruselas, de nuevo, para encontrarse con los líderes europeos y de la UE.

«Nada une más que un enemigo común», y en este caso Rusia ha conseguido que Occidente se muestre más fuerte que nunca. Algo que han demostrado durante la jornada del jueves, donde la capital comunitaria ha acogida tres cumbres: la de la OTAN, el G7 y la Unión Europea. Un mes después de la invasión rusa a Ucrania, Europa y sus aliados vuelven a reunirse para afrontar temas cruciales como la seguridad, el suministro de ayuda humanitaria, nuevas sanciones y la dependencia energética del Viejo Continente.

Europa depende en gran medida del gas ruso, países como Alemania importan aproximadamente el 80 % de su suministro de Moscú. Esta dependencia es el principal caballo de Troya de la UE para poder dar el estacazo definitivo a la economía rusa. Estados Unidos y Reino Unido sí anunciaron, a principios de mes, la prohibición para la importación de petróleo, el gas y el carbón rusos, pero el Viejo Continente se resiste a seguir la estela de estos países ya que, como dijo el primer ministro alemán, Olaf Scholz, este embargo «traería la recesión a Europa».

Estados Unidos, consciente de la dificultad que supone para Europa aplicar una medida así, ha llegado a Bruselas con una propuesta que ayude a los 27 a acabar con la dependencia rusa. Se espera que hoy la UE y el país norteamericano anuncien un acuerdo por el cual este último proporcione hasta un máximo de 15.000 millones de metros cúbicos adicionales de gas natural licuado a Europa antes de final de año, según ha adelantado el Financial Times.

El propio consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, ya avanzaba este miércoles, un día antes de que Joe Biden participará en la cumbre, que «una de las principales prioridades tanto del presidente como de sus aliados europeos es reducir la dependencia de Europa del gas ruso, así como definir la hoja de ruta: qué pasos hay que dar, qué puede aportar Estados Unidos y qué tiene que hacer Europa por sí misma». La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se ha manifestado en esta misma línea «mañana (en referencia al viernes) junto con el presidente Joe Biden presentaremos un nuevo capítulo en nuestra asociación energética».

Nuevas sanciones

Estados Unidos ha anunciado, en el marco de la cumbre del G7, la imposición de nuevas sanciones financieras contra políticos, oligarcas y la industria de defensa de Rusia. El país norteamericano congelará los bienes de 328 miembros de la Duma (la cámara baja del Parlamento de Rusia) así como a docenas de empresas de defensa y más de 20 élites financieras, incluido el director de la institución financiera más grande de Rusia.

Por su parte, la Unión Europea se resiste a aprobar un nuevo paquete de sanciones contra Moscú, pero se compromete a trabajar «conjuntamente» con los países del G7 «para reducir la capacidad de Rusia de desplegar sus reservas internacionales restantes, incluido el oro, para apuntalar su economía y financiar su guerra ilegal», además de «intensificar los esfuerzos para coordinar las respuestas contra la evasión de sanciones», en clara referencia a China.

En su incesante labor diplomática, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha intervenido en el Consejo Europeo para, en primer lugar, dar las gracias por las sanciones impuestas a Rusia, pero ha recriminado a los Estados miembro que estas han llegado «un poco tarde». «Habéis aprobado sanciones. Estamos agradecidos. Estos son pasos poderosos. Pero fue un poco tarde. Porque si hubiera sido preventivo, Rusia no hubiera ido a la guerra», ha apuntalado Zelenski ante los líderes europeos.

El presidente ucraniano, que se ha dirigido personalmente a cada uno de los países que conforman la UE, ha sido muy crítico con Hungría. Al dirigirse a Viktor Orbán, el primer ministro húngaro, Zelenski le ha preguntado: «¿Sabes lo que está pasando en Mariúpol?», en referencia a la ciudad portuaria arrasada por las tropas rusas. A la hora de dirigirse a España, el presidente de Ucrania ha sido parco en palabras: «Encontraremos puntos en común», ha señalado.

La demostración de apoyo de Estados Unidos a Europa finalizará hoy con la visita de Biden a Polonia, en concreto viajará hasta la localidad de Rzeszów, cerca de la frontera con Ucrania, según ha informado la Casa Blanca. Allí será recibido por el presidente polaco, Andrzej Duda, que le informará sobre la respuesta humanitaria que ha dado su país ante la llegada masiva de refugiados a sus fronteras.