Rusia interpreta las sanciones internacionales como una declaración de «guerra total»

Los esfuerzos por limitar la guerra dentro de las fronteras ucranianas y que la invasión rusa no se transforme en una nueva guerra mundial han dado, por el momento, resultado. Sin embargo, el lenguaje belicista empleado por el Kremlin da a entender que Moscú de desbordar el vaso y convertir la agresión a Ucrania en un conflicto global.

Poco antes de anunciar una «reducción radical» de las operaciones militares en las ciudades de Kiev y Chernígov, en una reciente entrevista al canal estadounidense PBS, el portavoz del gobierno ruso, Dmitry Peskov, aseguró que las sanciones masivas aplicadas por occidente a Rusia y a su red de oligarcas equivalían a una «guerra total» contra Rusia.

El portavoz del Kremlin advirtió contra la estrategia de la OTAN de seguir expandiendo su infraestructura militar hasta arrinconar a Rusia «en una esquina».

Peskov acusó a Estados Unidos de ejercer una posición «muy hostil» hacia su país y aseguró que la percepción del pueblo ruso es de que Estados Unidos y sus aliados occidentales ya están en guerra con Rusia.

Señaló que el «enemigo ha entrado en fase de guerra total. En Rusia nos sentimos en medio de una guerra que están librando contra nosotros desde Europa occidental, Estados Unidos, Canadá o Australia, una guerra total en el comercio, en la economía, incautan nuestras propiedades, incautan nuestros fondos, bloquean nuestras relaciones financieras».

Peskov aseguró que Rusia «alcanzará sus objetivos militares en Ucrania y reiteró que «nadie está pensando» en emplear armas nucleares en Ucrania. El portavoz del Kremlin repitió que Rusia sólo emplearía armas nucleares si existiese una amenaza existencial para el país.

«Nuestra doctrina de seguridad establece de forma clara que únicamente si se produjera una amenaza para la existencia del Estado, de nuestro país, podríamos usar, y usaríamos, armas nucleares para eliminar esa amenaza», advirtió.

En la entrevista, Peskov también afirmó que las palabras del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en las que afirmaba que Vladimir Putin era un carnicero y que no podía permanecer por más tiempo en el poder, son «alarmantes», un «insulto personal» al mandatario ruso.

«Es completamente inaceptable. No le corresponde al presidente de Estados Unidos decidir quién debe ser el presidente de la Federación Rusa», hizo hincapié Peskov.

Asimismo, negó lo evidente: los bombardeos rusos indiscriminados contra objetivos civiles en las ciudades ucranianas.

Peskov afirmó sin rubor que las tropas rusas «no están bombardeando viviendas. No están bombardeando zonas residenciales. No están bombardeando objetivos civiles. Sólo se están bombardeando las infraestructuras militares».