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Un soldado camina entre los escombros tras un bombardeo en Kiev durante la invasión rusa de UcraniaGTRES

Día 39 de guerra en Ucrania

Ucrania anuncia la liberación total de la región de Kiev

Según el Gobierno ucraniano, las tropas rusas habrían completado su repliegue de las localidades de la región de la capital y el Kremlin estaría dispuesto a un encuentro entre Putin y Zelenski

El Ejército ucraniano ha recuperado el control de «toda la región de Kiev», según afirmó este sábado la viceministra de Defensa ucraniana, Anna Malyar.

Aseguró que las tropas rusas de ocupación han abandonado toda la región de la capital de Ucrania y que el Gobierno ucraniano ha recuperado el control total.

«Irpin, Bucha, Gostómel y toda la región de Kiev fueron liberadas del invasor», anunció Malyar en un escueto mensaje en Facebook.

Estas tres localidades han estado ocupadas por las tropas rusas desde el inicio de la invasión, el pasado 24 de febrero.

Desde hace dos semanas, las contraofensivas de la resistencia ucraniana han logrado hacer retroceder a los soldados rusos de forma paulatina.

Problemas logísticos

Los graves problemas logísticos, la ruptura de las líneas de suministros y los eficaces ataques ucranianos frenaron en seco el avance ruso y les obligó a replegarse.

Ante la imposibilidad de conquistar Kiev, el Kremlin optó por bombardear sus barrios periféricos de forma sistemática con la esperanza de doblegar la capacidad de resistencia de los ucranianos.

Sin embargo, las enormes bajas de los rusos –Ucrania asegura haber causado casi 18.000 bajas entre los soldados ocupantes– y la falta de provisiones minaron la moral de las tropas invasoras.

Los motines y las deserciones comenzaron a ser un problema grave para el ejército ruso, que veía cómo sus todopoderosos tanques T 72 B3 y los sofisticados T 90 caían como moscas ante los cohetes Javelin y NLAW en las emboscadas ucranianas.

Muerte y destrucción

Los rusos dejan un reguero de muerte y destrucción. Ciudades destruidas, barrios arrasados, miles de civiles muertos, millones de refugiados.

La imagen de los rusos marchándose por donde vinieron sin lograr cumplir el gran objetivo de ocupar Kiev, detener (o matar) al presidente Volodimir Zelenski e imponer un gobierno títere es un fuerte golpe a la ya hundida moral de las tropas rusas.

Tras la negociación en Estambul entre Ucrania y Rusia el pasado martes 29 de marzo, el Kremlin anunció una «reducción radical» de su acción militar en el norte de Ucrania para concentrarse en el que, según Moscú, siempre había sido el objetivo de la «operación militar especial»: «liberar» el Donbás.

La música de esa «reducción radical» de la acción militar, sin embargo, sonaba a fracaso. O, directamente, a derrota. Los exultantes mensajes de victoria del Gobierno ucraniano son un estruendo demasiado fuerte como para que la propaganda rusa logre acallarlos.

El estricto control a la libertad de expresión impuesto por Moscú impide que las críticas afloren de forma pública. El único que se atreve a criticar sin tapujos a los estrategas del Kremlin –eso sí, liberando de culpa a Vladimir Putin– es el presidente checheno, Ramzán Kadyrov.

Tal vez por su posición, demasiado poderosa como para que le alcancen las garras del Kremlin, o por su cercanía a Putin, Kadyrov se permitió criticar la estrategia seguida por Rusia y, sobre todo, las negociaciones con Ucrania.

Incapaz de ocultar su ira por la prevalencia del mensaje de una Ucrania victoriosa frente a una Rusia en retirada, rechazó toda negociación.

«Somos luchadores y no estamos de acuerdo ni con estas negociaciones ni con sus acuerdos», afirmaba en un mensaje recogido por el diario El País. «Somos combatientes que combaten y pedimos al Gobierno, al presidente, que nos permita dar fin a lo que él comenzó».

A pesar de Kadyrov, la vía diplomática sigue viva. Quizás más viva que nunca. A última hora del sábado, el jefe de la delegación negociadora ucraniana, el diputado David Arahamiya, aseguró que la parte rusa confirmó que un borrador de acuerdo estaría lo suficientemente avanzado como para que se pueda producir un encuentro entre Putin y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski.

Según Arahamiya, el propio Putin afirmó el viernes, en una conversación telefónica con el presidente turco, Tayip Erdogan, erigido en el principal mediador del conflicto, que «está listo para que se organice esa reunión en un futuro próximo».

Mientras llega la fecha de ese encuentro –de finalmente producirse–, la contienda sigue su curso. Tras la liberación de la región de Kiev y los avances en otros frentes del norte de Ucrania, las tropas ucranianas tratarán de pasar a la contraofensiva en el este y sur del país, donde Rusia está concentrando sus fuerzas para consolidar y hacer irreversibles sus conquistas territoriales.