Fundado en 1910

Combates entre las fuerzas de seguridad israelíes y militantes palestinos, en HebrónAFP

Comienza el Ramadán con temor a una nueva escalada de violencia en Israel y Palestina

En una nueva oleada de atentados terroristas, en las últimas semanas han muerto 11 personas

La plaza de la Puerta de Damasco, emblemático lugar de entrada al barrio musulmán de la Ciudad Vieja de Jerusalén, bulle al calor del mediodía de la primera jornada de ayuno del mes de Ramadán.

Bajo la atenta mirada de las fuerzas de seguridad israelíes, que vigilan desde los dos puestos de control situados en los accesos a la plaza, la actividad comercial de la zona se realiza con normalidad.

Con la puesta del sol, a la hora de romper el ayuno, muchos musulmanes se reúnen en este lugar con familia y amigos para disfrutar de la cena y festejar juntos.

Sin embargo, los niveles de seguridad y alerta se han elevado al máximo tras los tres atentados perpetrados en las dos últimas semanas en territorio israelí, que han acabado con la vida de 11 personas. Son los episodios más sangrientos que se recuerdan desde la Segunda Intifada (2000-2005).

Según The Times of Israel, las fuerzas de seguridad israelíes, en particular el servicio secreto (conocido como Shin Bet), han recibido críticas por no haber sido capaces de evitar estos atentados perpetrados por reconocidos simpatizantes del Estado Islámico.

La ciudadanía está preocupada de que esto haya pillado por sorpresa a los servicios de inteligencia israelíes.

Se teme que la violencia escale como ocurrió durante el Ramadán el año pasado. Las tensiones entonces llevaron a un intercambio de misiles con Gaza que duró 11 días y a episodios de violencia en las calles.

Los misiles acabaron con la vida de 253 personas en Gaza y 13 personas en Israel, además de dejar miles de heridos.

Tres atentados en ocho días

El primer atentado tuvo lugar el 22 de marzo en Beersheba, al sur del país. El agresor mató a cuatro personas y dejó a otras dos heridas. Antes de que llegara la policía, dos civiles armados le dispararon y murió.

El atacante, un árabe con nacionalidad israelí, había cumplido condena durante cuatro años por un intento de unirse al ISIS en Siria. Fue puesto en libertad en 2019.

Entierro de Ahmad al-Atrash, muerto en Hebrón durante los enfrentamientos con la policíaAFP

Apenas cinco días después, dos personas murieron y otras cinco resultaron heridas en un ataque por dos simpatizantes del ISIS en Hadera, al norte de Israel.

Los agresores fueron abatidos por agentes encubiertos que cenaban en un restaurante cercano y acudieron al oír los disparos.

La noche del 29 de marzo, esta vez en Bnei Brak, una localidad cercana a Tel Aviv, un palestino abría fuego contra los transeúntes matando a cinco personas.

El agresor, que estaba en territorio israelí de forma ilegal, fue abatido por dos policías. Uno de los agentes, árabe cristiano, fue herido en el tiroteo y murió.

Tensiones previas y reacción

En las semanas previas a los atentados, las tensiones habían escalado entre israelíes y palestinos en Jerusalén Este y Cisjordania. Al menos 10 palestinos murieron en violentos choques con las tropas israelíes.

Tras los atentados, las fuerzas de seguridad israelíes han procedido a la detención e interrogatorio de decenas de sospechosos, especialmente en las localidades de origen de los agresores.

También han desplegado numerosas tropas en los Territorios Palestinos y la frontera con Gaza en previsión de una escalada de violencia.

Según informan los medios locales, este mismo sábado, en una redada, las fuerzas de seguridad israelíes han acabado con la vida de tres palestinos sospechosos de haber perpetrado un ataque y de preparar otros.

Encontraron armas y granadas en su vehículo. Varios soldados resultaron heridos en la confrontación.

Otros palestinos han muerto en circunstancias similares de enfrentamiento a las fuerzas de seguridad israelíes, también en Cisjordania.

El viernes murió uno en Hebrón sospechoso de haber lanzado un cóctel molotov y de haber disparado contra los soldados. Otros dos murieron en Jenin, en un tiroteo contra las fuerzas de seguridad.

Tener la fiesta en paz

Diversas voces del ámbito político, incluido el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, han condenado los ataques y han hecho un llamamiento a la paz. Aluden a que es un momento del año muy significativo desde el punto de vista religioso.

No solo es el mes de Ramadán para los musulmanes, sino que se aproximan las fiestas de Pesaj (la Pascua judía) y la Semana Santa y la Pascua cristiana.

Este año, por primera vez desde que empezó la pandemia, peregrinos de las diversas religiones podrán venir a Jerusalén a vivir sus fiestas en la Ciudad Santa.

Es otro de los motivos por el que la ciudadanía está preocupada. Fieles de las tres religiones quieren, literalmente, tener la fiesta en paz y poder celebrarla con sus seres queridos.