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Chernóbil central nuclear

Central nuclear de Chernóbil, en una fotografía de satéliteAFP

Los soldados rusos que ocuparon Chernóbil podrían sufrir quemaduras, caída del pelo y cáncer

Los síntomas de las posibles enfermedades derivadas de la exposición a la radiactividad varían en función de diversos factores

Cavaron trincheras en uno de los suelos más contaminados del mundo, construyeron barricadas y circularon con pesados vehículos blindados lanzando al aire polvo contaminado por estroncio 90 y cesio 137.

Los soldados rusos que ocuparon durante 36 días, del 24 de febrero al 31 de marzo, las instalaciones de la central nuclear de Chernóbil se expusieron a un peligro mortal, tal vez sin saberlo, en zonas restringidas por sus elevados niveles de radiactividad.

La central de Chernóbil sufrió en 1986 el peor accidente nuclear de la historia al explotar uno de sus reactores durante una prueba de seguridad que liberó al ambiente ingentes cantidades de material radiactivo.

Tras el accidente se evacuó a toda la población de las localidades circundantes y se estableció una zona de exclusión a la que sólo puede acceder el personal autorizado para el mantenimiento de la central.

Un lugar maldito

Dentro de esa zona de exclusión, el conocido como Bosque Rojo es el área de mayor contaminación, un lugar maldito al que nadie puede acceder por los elevadísimos niveles de radiación del suelo.

Sin embargo, los soldados rusos, no se sabe si desconocedores de la historia del lugar, entraron al Bosque Rojo y manipularon el entorno durante días.

Los mismos trabajadores ucranianos de las instalaciones afirmaron que los rusos adoptaron actitudes «suicidas». ¿Sufrirán enfermedades estos soldados debido a su exposición a la radiación de Chernóbil?

En declaraciones a El Debate, la doctora en Farmacia y profesora de Toxicología de la Universidad CEU San Pablo Esther Gramage señala que «cabe pensar que sí, que con cierta probabilidad sí pueden desarrollar síntomas debido a la exposición».

La doctora Gramage recordó que estos soldados han estado expuestos a la radiación «sin ningún tipo de equipos de protección, porque hay equipos de protección, pero por lo que parece, no han utilizado nada».

No obstante, apuntó a la dificultad de hacer un balance sobre el posible estado de salud de los soldados rusos, pues «la información nos llega de forma restringida a los científicos».

En su opinión, «esa exposición sí puede tener un efecto en la salud. Sin embargo, no sabemos los niveles exactos a los que han podido estar expuestos y el tiempo exacto. No hay medidores».

Se pueden haber expuesto a un síndrome de irradiación agudaEsther Gramage, profesora de Toxicología

En cuanto a los síntomas, «se pueden haber expuesto a un síndrome de irradiación aguda al haber levantado el polvo del suelo. Son casos que se dan puntualmente, como en accidentes, al haber estado mucho tiempo expuestos a la irradiación».

En este caso, «según se ha sabido, han trasladado a los soldados a distintos centros hospitalarios para valorar su salud».

La profesora del CEU recordó que, normalmente, los trabajadores de Chernóbil «se exponen a dosis muy bajas y eso no tiene ninguna repercusión».

En cambio, en función de la radiación recibida, del tiempo de exposición y de otros factores, los soldados rusos «podrían empezar a padecer síntomas en la piel, lesiones como quemaduras, o picazón, enrojecimiento, incluso caída del cabello, que también es bastante típico en los síntomas de irradiación aguda».

Esos síntomas «pueden desaparecer» después de un primer brote, «y luego pueden volver a aparecer con el paso del tiempo. Es decir, no es que remitan y ya está, sino que pueden volver a darse. Hay veces que empiezan justo después de esa exposición a dosis altas y aparecen y desaparecen en función de cada paciente y del tiempo de exposición».

Puede haber otros síntomas como la pérdida del apetito, náuseas, vómito, diarrea...Esther Gramage, profesora de Toxicología

Además de esos síntomas en la piel y la caída del cabello, «puede haber otros síntomas generales como la pérdida del apetito, náuseas, vómito, diarrea...».

Incluso pueden producirse «convulsiones o coma, dependiendo de la dosis recibida. En este caso, quizás no se llegue a tanto, pero tampoco se puede asegurar porque no hay información».

Además del efecto agudo que se origina después de las exposiciones, los soldados podrían desarrollar cáncer. «Al estar expuestos a radiaciones, de un tipo muy concreto, que son las ionizantes, a la larga, como un efecto crónico, o a largo plazo, puede llegar a provocar cáncer. Ese sería otro de los problemas que pueden llegar a sufrir los soldados con motivo de su exposición».

El Kremlin mantiene un mutismo absoluto sobre lo que sucedió en Chernóbil durante los 36 días en que ocuparon la central.

El ministerio de Defensa ucraniano, sin embargo, asegura que las tropas rusas se amotinaron a sus oficiales al desarrollar los primeros síntomas de la enfermedad por la exposición a la radiación y se marcharon de forma precipitada presas del pánico.

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