Un mítico avión espía de EE.UU., descartado en la UE, vigila el flanco este de la OTAN
El Eurohawk, la versión europea de este tipo de avión, fue descartado por Alemania en 2013 por no contar con un sistema para evitar colisiones que exigía la UE
Primero fueron bombarderos con capacidad nuclear sobrevolando Rumanía, ahora es un avión espía de alta tecnología recabando información sobre el flanco este de la OTAN. De esta manera, Estados Unidos proporciona el principal apoyo para la defensa y la obtención de inteligencia que los países europeos no pueden hacer o que incluso, en su momento, descartaron desarrollar.
El mítico RQ-4 Global Hawk, un vehículo aéreo no tripulado (UAV) de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, realizó este martes un extenso vuelo en el flanco este de la OTAN. El avión espía partió de la base aérea de Sigonella en la isla italiana de Sicilia para luego sobrevolar Grecia, Rumanía, Hungría, Polonia y finalmente el mar Negro.
Esta sofisticada aeronave, con un coste unitario de 163 millones de dólares y un gasto operativo por hora de unos 31 mil euros, voló en trayectoria elíptica por varias horas en la frontera polaca con Bielorrusia y Ucrania y posteriormente con igual énfasis en la frontera rumana con Moldavia, para finalmente hacer una maniobra similar sobre el mar Negro donde opera la flota rusa lanzando ataques contra Ucrania.
Desde el punto vista operacional y de diseño, el Global Hawk es muy similar al Lockheed U-2, el famoso avión espía estadounidense de los años 1950. Es capaz de asegurar una gran capacidad de seguimiento a objetivos y está equipado con un radar de apertura sintética (SAR), que puede penetrar fácilmente en una zona cubierta por nubes o incluso en zonas con tormentas de arena.
Asimismo, cuenta con un equipo de óptica y de infrarrojos capaz de visualizar con una gran precisión una vasta extensión de terreno. Según estimaciones de las Fuerza Aérea de Estados Unidos, el avión es capaz de vigilar y proporcionar información de 103.600 km² de terreno por día, lo que equivale aproximadamente a toda la superficie de Portugal.
Descartado por las leyes europeas
El Gobierno alemán junto con la Unión Europea fabricó cinco de estas aeronaves en una versión europea denominada Eurohawk bajo licencia del fabricante estadounidense Northrop Grumman.
Pero en 2013 la autoridad aeronáutica alemana denegó la certificación de operación del Eurohawk en el espacio aéreo alemán civil al no disponer de ACAS (Air Collision Avoidance System), un sistema diseñado en los Estados Unidos en la década de 1980, que prevé posibles colisiones entre diferentes aeronaves.
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Rediseñar el Eurohawk para cumplir con las normativas europeas implicaba un gran aumento de los costes y no garantizaba conseguir la certificación, por lo que el Ministerio de Defensa alemán tomó la decisión de no adquirir los cinco aparatos y cancelar el programa con el primer prototipo ya listo y el segundo aparato cerca de ser entregado.