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Putin le ajusta la corbata al General Alexander Dvornikov, más conocido como «el carnicero de Siria»Twitter/buho4444a

54 DIAS DE GUERRA

Putin ordena al «carnicero de Siria» que vaya a «la caza del presidente Zelenski»

El general Alexander Dvornikov, flamante jefe de la «operación especial» para conquistar Ucrania tiene como «objetivo principal» asesinar al presidente

Vladimir Putin hace tiempo que dejó de andarse con contemplaciones en su conquista de Ucrania. La decepción y el hartazgo que le produce no poder rematar su campaña de guerra se tradujo en la despedida de una cadena de altos mandos militares y hasta el encierro de uno de los máximos responsables del servicio de inteligencia. Putin quiere resultados y los quiere ya.

El primero y más urgente lo puso sobre la mesa antes del 24 de febrero. Ese día dio la orden de invadir el país que considera una provincia rusa. Por entonces, advirtió que el objetivo número 1 era liquidar al presidente Volodimir Zelenski, a su gobierno y al círculo más estrecho del humorista convertido en héroe para medio mundo.

Las dificultades no eran pocas y el trascurso de los días le hacían ver que la misión no sería fácil de cumplir. El ex agente del KGB tenía desplazada una unidad paramilitar semanas antes de que empezaran los bombardeos. Se trataba del grupo Wagner, sanguinario hasta extremos sólo comparables con los grupos chechenas a las que posteriormente trasladó la misma orden.

Conocido, es fácil imaginar por qué, como «el carnicero de Siria», Dvornikov recibió la orden directamente de labios de Putin, como consignó George Chaya en Infobae. Los servicios de inteligencia de Estados Unidos y de Reino Unido expresaron su preocupación con este nombramiento. La OTAN y Bruselas se manifestaron en el mismo sentido.

El brigadier Kevin Ryan, ex agregado militar de EE.UU. en Moscú y asesor del Centro Belfer declaró a medios locales que Dvornikov, el nuevo jefe de la «operación especial», como denomina el Kremlin la invasión a Ucrania, es el que ordena y manda de forma implacable en el campo de batalla. Tanto en las tropas terrestres como en la Armada y el ejército de Aire.

A él se atribuyen el avance de tierra quemada y los renovados bombardeos en Kiev como represalia por el hundimiento del crucero Moskva, el buque insignia que los misiles ucranianas hundieron como si fuera un barco de papel. De él también salió la propuesta de rendición a Mariúpol que, como era previsible, la rechazó y aguarda el golpe previsiblemente definitivo de este enclave portuario de enorme importancia.

Su nombramiento coincidió con la denuncia de Ucrania del uso de armas «tóxicas». No sería la primera vez. En Siria recurrió a ellas y a las bombas de racimo sobre la población civil, prohibidas por diferentes convenciones y tratados internacionales.

Por aquella operación suya en favor del dictador sirio Bashar al-Ásad, está pendiente de un juicio por crímenes de guerra y forma parte de la lista de militares rusos sancionados por Reino Unido.

El «carnicero de Siria» concentra el grueso de sus fuerzas en la región separatista del Donbás. Sofocar los focos que quedan de resistencia y rematar Mariúpol es una misión inmediata. En paralelo, según los servicios de inteligencia occidentales, tiene un «plan adicional»: cazar al presidente Zelenski.

El repliegue de las tropas rusas de la capital de Ucrania lo consideran las mismas fuentes exactamente eso y no una retirada. Dvornikov estaría diseñando la nueva estrategia para volver al ataque con tecnología renovada, efectivos mejor preparados, armas tácticas de última generación, vehículos blindados y equipamiento mejor preparados. El «objetivo principal » sería Volodomir Zelenski y tomar el control de Kiev.

El Kremlin está convencido y quizás no le falte razón, de que matar a Zelenski supondría poner punto y final a la guerra. Putin piensa que descabezada la resistencia no hay reemplazo que pueda mantener las espadas y la moral de los combatientes en alto. Mucho menos, la atención y el apoyo internacional.

La CIA informó a Zelenski de varios atentados que pudo evitar gracias a su información. Hace apenas 8 días, la misma agencia de inteligencia le habría comunicado que su cabeza era el trofeo con el que está obsesionado Putin, el hombre que ha dado la orden al general Alexander Dvornikov de salir a «la caza del presidente Volodimir Zelenski».

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