Elecciones Francia
Un desilusionado electorado de izquierda se resiste a votar por Macron
Algunos votantes de izquierda se han visto seducidos por las propuestas de Le Pen para defender del poder adquisitivo y la jubilación a los 60 años para determinados trabajadores
Todas las encuestas coinciden en el favoritismo de Emmanuel Macron para ganar la reelección de este domingo, pero también hay consenso en que para transformar la intensión de votos en votos efectivos es fundamental lograr una alta participación, sobre todo de aquellos votantes de izquierda que quedaron fuera de la segunda vuelta, pero lograron un tercer lugar.
En 2017, Zahra Nhili votó por Emmanuel Macron, porque venía de la «izquierda», aunque era «liberal». Ahora ya no se hace ilusiones con un presidente francés «claramente de derecha», que se disputa de nuevo la presidencia la controvertida Marine Le Pen.
Como muchos electores de izquierda decepcionados con su primer mandato, esta consultora de unos 40 años, que conversó con la AFP en Nantes (oeste), confiesa que votará por Macron sólo si su rival en el balotaje lidera los sondeos.
«Si nos dicen que [Le Pen] puede ganar, votaremos por Macron, pero mi corazón sufrirá», explica junto a su marido en este histórico bastión socialista, donde el candidato de izquierda radical Jean-Luc Mélenchon se impuso en la primera vuelta de la presidencial.
Es catastrófico lo que ha hecho [Macron], ha empobrecido a los pobres y enriquecido a los ricos
Las dudas son muy notables en el ala radical de la izquierda, en particular entre el muy cortejado electorado de Mélenchon, que se quedó a las puertas de la segunda vuelta, con casi un 22% de votos en la primera, el día 10 de abril.
Sus votantes son los árbitros de facto de la segunda vuelta. En una consulta interna de su partido Francia Insumisa, la opción del voto nulo o en blanco logró 37,65% de apoyos. Un tercio abogó por Macron y el resto por abstenerse. Votar por Le Pen no se contempló.
Esta tendencia no es sorprendente. En estos cinco años, Macron, elegido con la promesa de superar la división entre izquierda y derecha, les ha decepcionado y el rechazo a su persona es notable.
«Me opongo a Emmanuel Macron en todo», dijo Margot Medkour, líder del movimiento de izquierda Nantes en Común a la AFP. «No es un baluarte contra la extrema derecha, tiene un ejercicio muy autoritario del poder, un desprecio muy fuerte por las personas».
Probar a Le Pen
Entre otros, la izquierda reprocha a Macron, exbanquero y exministro de Economía del expresidente socialista François Hollande, la reducción de ayudas a la vivienda o disminución de los impuestos a los más ricos.
Macron puede presumir sin embargo de haber salvado, al menos temporalmente, las empresas y los puestos de trabajo golpeados por la crisis de covid-19 y de haber reducido el desempleo.
Pero los votantes de izquierda no olvidan tampoco la represión brutal de las manifestaciones de los «chalecos amarillos» en 2018 y 2019, una protesta contra la política del actual presidente hacia las clases populares.
«Todo el mundo aquí se reconoció en el programa de Mélenchon», dice Azdine Barkaoui, padre de cuatro hijos en la ciudad de Villetaneuse, donde Mélenchon obtuvo el 65% de votos en la primera vuelta.
Muchos habitantes de la localidad no están seguros de votar por Macron, como lo hicieron en masa en 2017. Barkaoui se plantea incluso dar su voto a Le Pen, que hizo campaña con el tema de la defensa del poder adquisitivo y la jubilación a los 60 años para determinados trabajadores.
Desde hace más de una década, Le Pen suaviza su discurso para opacar lo que su padre Jean-Marie Le Pen, fundador del Frente Nacional, que luego pasó a ser la Agrupación Nacional, había construido con arengas antisemistas y racistas.
Estamos a tan sólo una horas de saber, cómo se comportarán los votantes de izquierdas y a quien definitivamente favorecerán.