Elecciones Francia
La abstención, tercer candidato en las elecciones francesas
El 28,8% de los franceses no acudió a las urnas; es una diferencia de 3 puntos desde la primera vuelta, cuando la participación fue del 74,9%
Al igual que en 2017, el duelo final por la presidencia francesa se disputó entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen. Pero el tercer candidato de esta Francia descontenta fue la abstención silenciosa; casi un tercio del electorado decidió votar en blanco o, simplemente, no se levantó del sofá.
Según la agencia de sondeos IFOP, un 28,8% de los franceses no acudió a las urnas; es una diferencia de 3 puntos desde la primera vuelta, cuando la participación fue del 74,9%. Esta cifra de abstención bate récords; hasta hoy, la abstención más alta fue en 2017, cuando solo votó un 65,30% del país en la segunda vuelta.
Se intuye que la izquierda francesa no supo identificarse lo suficientemente con Emmanuel Macron, cuya política de centro contrapesa la balanza derechista de Le Pen.
Las cifras siguen bajando respecto a 2017, cuando la situación era parecida pero no idéntica. Esta cifra supone también un descenso de casi dos puntos con respecto a la participación a esa misma hora en primera vuelta (65%).
Al finalizar la primera vuelta de las elecciones francesas, el pasado 10 de abril, uno por uno, los candidatos perdedores comparecieron ante las cámaras y sus seguidores para pedir que se votase, en tono resignado, a uno u otro de los dos ganadores: la mayoría de los izquierdistas urgieron que se apoyase a Macron, y el derechista Zemmour instó a su electorado que votase por Marine Le Pen.
Es difícil elegir entre la peste y la cólera
Pero el silencio de Jean-Luc Mélenchon, «el insumiso» que quedó tercero con un margen débil respecto a Le Pen, también marcará las urnas: pidió, gruñón, que no se apoyase «a Marine Le Pen», aunque le faltó ordenar a su rebaño elegir a Macron. De sus 7.712.520 votantes en la primera ronda, un 45% admitió ante el canal TF1 Info que no votaría por ninguno de los candidatos, para evitar tomar posiciones.
«Es difícil elegir entre la peste y la cólera», explicó a la cadena BFMTV el director del instituto de sondeos Odoxa, Gaël Sliman. «Muchos votantes se movilizan para impedir la victoria de uno de los candidatos, en vez de para asegurar la del otro. Por desgracia, estas elecciones tienen todos los ingredientes para no generar demasiado entusiasmo», agregó el experto.