Rusia pierde un depósito de combustible estratégico en un presunto ataque ucraniano

Incidente fortuito o nuevo golpe del ejército ucraniano a Rusia en su territorio. Dos voraces incendios se han desatado en un depósito de combustible en la noche de este lunes en la localidad rusa de Bryansk y en otras instalaciones cuya naturaleza no ha sido revelada.

Los servicios de emergencia rusos confirmaron el incendio y aseguraron que no hay víctimas. El Kremlin no ha ofrecido ninguna explicación sobre los incendios, y el ministerio de Defensa ucraniano, en su informe diario, tampoco ha reivindicado ningún ataque.

Sin embargo, Rusia ya había acusado a Ucrania de cometer un ataque aéreo en la zona hace unos días, informó la BBC, por lo que, de confirmarse el ataque, no se trataría de la primera vez que Ucrania pone las infraestructuras de la localidad en su objetivo.

Según la televisión británica, residentes de la ciudad declararon a la agencia oficial Ria que antes del incendio se produjeron dos fuertes explosiones, aunque negaron haber visto helicópteros sobrevolando la zona.

Según el medio británico, Mirror, la segunda infraestructura destruida por el incendio sería una instalación militar rusa y habla de un «presunto ataque de Ucrania».

Además, apunta a que el objetivo del presunto ataque sería perjudicar las vías de suministro de las tropas rusas, ya que ambas instalaciones desempeñan una función esencial en la logística del ejército ruso.

De confirmarse el ataque, la acción supondría que Ucrania no sólo tiene capacidad de bombardear el territorio ruso, sino que incluso puede introducirse hasta los 120 kilómetros que separan Bryansk de la frontera ucraniana.

A pesar de contar con unas capacidades aéreas muy inferiores a las rusas, Ucrania ha demostrado que es capaz de golpear a su enemigo desde el aire.

Pero la acción más espectacular protagonizada por las fuerzas armadas ucranianas fue el hundimiento del crucero Moskva, buque insignia de la Flota del Mar Negro.

El buque, construido en época soviética, resultó alcanzado por dos misiles Neptune ucranianos lanzados desde el puerto de Odesa. Tras tratar de remolcarlo hasta Sebastopol para repararlo, el barco se hundió durante una tormenta.