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Poster de recompensa del Departamento de Estado de Estados UnidosU.S Department of State Diplomatic Security Service Rewards for Justice

63 DÍAS DE GUERRA

EE.UU. ofrece 10 millones de dólares por información sobre el grupo de hackers rusos «Sandworm»

El grupo de ciber piratas de élite fue responsable del ataque 'NotPetya' de 2017, que incomunicó a una serie de hospitales americanos

«Recompensa de hasta 10 millones de dólares por información sobre oficiales y hackers», reza, en inmensas letras blancas sobre fondo rojo, el poster que ha distribuido el Servicio de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado americano.

Los sospechosos son seis: Artem Ochichenko, Anatoliy Kovalev, Petr Pliskin, Yuriy Andrienko, Sergey Detistov, y Pavel Frolov. Según describe el texto que acompaña a imágenes de sus rostros, los hombres «participaron en ciberactividades maliciosas junto al Gobierno ruso, contra cierta infraestructura crítica de Estados Unidos, en violación de la ley de Fraude y Abuso Digital».

Los seis pertenecen al grupo de hackers de élite «Sandworm» («Gusano de arena»), que tiene un largo historial de agresiones digitales. Por ejemplo, se valieron de los servicios de malware BlackEnergy, Industroyer, y KillDisk para lanzar ataques destructivos a la red eléctrica de Ucrania, con la intención de apoyar a las fuerzas rusas en plena guerra.

Y muchos casos más. «Estos tipos eran miembros de una conspiración criminal responsable del ataque con malware destructivo ‘NotPetya’ que infectó a ordenadores tanto en Estados Unidos como internacionalmente, el 27 de junio de 2017», denunció el Departamento de Estado a través de un comunicado.

Poster de recompensa del Departamento de Estado de Estados UnidosU.S Department of State Diplomatic Security Service Rewards for Justice

«Sus intrusiones cibernéticas dañaron los sistemas de hospitales y otras instalaciones del complejo médico ‘Heritage Valley Health System’, en Pensilvania», agregaron las autoridades.

Durante ese ciberataque, los hospitales perdieron acceso a los sistemas de los departamentos de cardiología, medicina nuclear, radiología, y cirugía durante una semana entera. Sus sistemas administrativos estuvieron inactivos durante casi un mes, poniendo en peligro la vida de cientos de personas.

Se trató, según el Departamento de Estado, de «la serie de ataques informáticos más disruptiva y destructiva jamás atribuida a un solo grupo».

Estados Unidos no es el único país que se enfrenta con regularidad a los hackeos de Sandworm. Reino Unido y los Países Bajos también sufren bajo su constante agresión.

«Ningún otro país ha utilizado sus capacidades cibernéticas de manera tan maliciosa o irresponsable como Rusia, causando daños sin precedentes para perseguir pequeñas ventajas tácticas y satisfacer ataques de despecho», denunció John C. Demers, secretario de justicia auxiliar de Seguridad Nacional.

Como siempre, el Kremlin niega las acusaciones y se desvincula de Sandworm. Alega una campaña «rusofóbica» para destruir la reputación de Rusia en el resto del mundo.