Andrés Montero, presidente del Consejo Empresarial Chile España
«Es probable que la nueva Constitución de Chile se rechace en referéndum»
Encabeza una delegación de 68 empresarios chilenos que visitarán Madrid y Sevilla del 7 al 15 de mayo
El presidente del Consejo Empresarial Chile España y Director de la Sociedad Nacional de Agricultura de su país, Andrés Montero, encabeza, junto a a Juan Sutil (presidente de de la Confederación de la Producción y el Comercio), una delegación de 68 empresarios chilenos que llega este sábado a España.
«Incrementar negocios, inversiones, intensificar las relaciones entre ambos países y poner al día a los españoles de la situación de Chile», son algunos de sus objetivos. La misión, «en medio de un proceso constituyente y con un nuevo gobierno», no es fácil.
–¿En qué punto se encuentran las relaciones Chile-España?
–Son muy buenas. Se acaba de nombrar un nuevo embajador de Chile en España (Javier Velasco), hace no mucho asumió un nuevo embajador de España en Chile (Rafael Garranzo García) y su Majestad el Rey Felipe VI, concurrió al cambio de mando en Chile .
-¿Tuvo algún efecto en su país el comentario del presidente Gabriel Boric sobre el falso retraso del Rey a su investidura?
–Sí, lo tuvo. Fue una torpeza de los asesores del Gobierno y de rebote, del presidente por no haberse informado mejor. La visita de su Majestad fue una muestra del cariño que le tiene al pueblo chileno.
–El viaje empresarial incluye escalas en Madrid y Sevilla. ¿Les va a recibir la presidenta de la comunidad, Isabel Díaz Ayuso o Juanma Moreno?
–Nos gustaría entrevistarnos con los dos.
–¿El nuevo Gobierno de Gabriel Boric ha generado un clima de confianza para los inversionistas o los ahuyenta?
–El Gobierno, recién asumido con muchos jóvenes, está entendiendo cómo funciona el mundo de los negocios y de las inversiones. Los inversionistas favorecen destinos y países con reglas claras, respeto a la propiedad privada y niveles de impuestos razonables.
Argentina atraviesa una crisis política y económica gravísima. Eso, no es bueno para Chile
–¿Las relaciones con Argentina son ahora más fluidas que con Sebastián Piñera?
–Argentina atraviesa una crisis política y económica gravísima. Eso no es bueno para Chile. Es un país importante con quien nos une una extensa frontera común. En términos ideológicos el Gobierno del presidente Boric está más cerca del actual Gobierno Argentino, que el Gobierno de Sebastián Piñera. Dicho esto, los gobiernos cambian y las relaciones deben continuar.
–¿En qué situación se encuentra el problema de los mapuches en el sur de chile?
–Chile enfrenta en la zona sur de Chile una asonada terrorista, mezclada con narcotráfico, la cual genera temor entre los habitantes y no favorece la inversión, ni el turismo ni el derecho de los ciudadanos a vivir en paz. Terroristas disfrazados de originarios queman y matan, con una reacción de la justicia, más bien débil. Muchas veces los jueces se preocupan más de los derechos de los terroristas que de los de las víctimas.
–¿Debería haber presencia permanente del Ejército mientras no se solucione definitivamente el problema de la violencia mapuche?
–Lamentablemente las policías han sido sobrepasadas, pero el Ejército de Chile o las Fuerzas Armadas en general, prefieren estar al margen del conflicto, si no se les dan atribuciones y protecciones legales necesarias para actuar.
Solucionaría el problema de la violencia mapuche haciendo cumplir el Estado de derecho
–¿Cómo solucionaría usted el problema de los mapuches violentos?
–Como lo hacen los países desarrollados. Haciendo cumplir el Estado de Derecho.
–La popularidad del presidente Boric está bajo mínimos (apenas el 36 por ciento aprueba su gestión). ¿Hay riesgo de otro estallido social en Chile? ¿Puede garantizar la estabilidad?
–En Chile lo que hubo no fue un estallido social, fue un estallido delictual. Son las actuales autoridades y el gobierno, quienes deben asumir su rol y promover la paz interna. Si se flexibilizan las penas y no se cumple la ley, seguirá habiendo nuevos estallidos.
Se rompió el principio de un ciudadano, un voto y eso es antidemocrático
–¿La discriminación positiva con los mapuches es un atropello a los derechos del resto de los chilenos? ¿Su voto vale más? ¿Son justas las cuotas?
–Es un tema de recurrente discusión en Chile. Mi opinión es que somos todos chilenos, independiente de nuestro origen o nuestra ascendencia. Al aprobarse los escaños reservados (para pueblos originarios) se rompió el principio de un ciudadano un voto y eso es profundamente antidemocrático.
Existe un evidente vació legal para determinar quién es mapuche y quién no
–¿Cómo se define quién es mapuche? Lo pregunto porque en el censo se han multiplicado en los últimos años.
–En los últimos censos se ha triplicado la población originaria de Chile, pues el Estado generó fórmulas para «hacerse originario», ya sea encontrando algún antepasado «originario» o comulgando con la «cosmovisión» de alguna etnia.
Esto es aplicable no solo a mapuches sino también, a otras etnias. Existe un evidente vació legal para determinar quién es mapuche y quién no lo es. Lo concreto es que la mayoría de la población es mestiza y probablemente un alto porcentaje de chilenos tiene algo de sangre mapuche, como lo tiene de española.
–¿Cómo valora la Convención Constituyente?
–Las encuestas indican que la aprobación a la Convención ha caído estrepitosamente en las últimas semanas. El trabajo que han hecho no responde a las expectativas ni de los que votaron en contra de una nueva Constitución ni de muchos de los que lo hicieron a favor.
–¿Qué es lo que más le preocupa?
–La probabilidad, aunque cada vez menor, de que se apruebe una nueva constitución mala para Chile. También me preocupa la creciente inseguridad interna y que el nuevo gobierno no logre llevar adelante políticas públicas razonables con equipos de experiencia.
–¿La Convención Constituyente podría terminar con el Senado?
–Ya ha sido aprobado eso en la Convención, aunque debe ser ratificado por el plebiscito de salida.
–La futura Constitución defiende la igualdad, pero hay sectores que opinan que el resultado de la misma será más desigualdad. ¿Está de acuerdo?
–En la medida que Chile no crezca y que se consoliden derechos para unos y no para todos, la desigualdad evidentemente aumentará.
–¿Existe el riesgo de que la nueva Constitución no llegue a ver la luz porque los chilenos la rechazan en referéndum?
–Es probable que eso suceda, aunque queda tiempo para el referéndum de salida.
–¿Por qué habría que cambiar el nombre de Chile para el país?
–Eso lo piensan algunos, por ignorancia, por ideologías fanáticas y por falta de amor al país que los vio nacer.
–¿Cuántas nacionalidades hay en Chile?
–Una sola. Somos todos chilenos.
En la nueva Convención Constituyente se ha acuñado el término de país «plurinacional», en que Chile dejaría de ser una nación unitaria, dando paso a diversas naciones, con justicia y administración propias. Esto está por definirse y solo se determinará en un plebiscito de salida programado para septiembre próximo.
El diputado Johannes Kaiser (Partido Republicano) intervino en alemán en la Cámara como gesto de protesta porque hay constituyentes que hablan en «mapudungun».
–¿Está en peligro el español?
–No creo que esté en peligro el español, pero sí hay algunos que piensan que nuestro idioma común deba convivir de igual a igual con lenguas originarias habladas por muy poca gente.
Todavía no está en riesgo la seguridad jurídica en Chile
–¿Está en riesgo la seguridad jurídica en Chile con el Gobierno de Boric?
–Es una pregunta compleja. Mi respuesta sería: todavía no.
–¿Qué imagen hay en Chile del Gobierno de Pedro Sánchez?
–Es complicado para un chileno opinar del Gobierno de España. Más aún ad portas de una misión empresarial que visitará España. Nosotros iremos a hablar y a enseñar de Chile y esperamos que nuestra contraparte española nos hable de España. Así aprendemos todos algo más de cada país y fortalecemos una relación que no muy lejos cumplirá 500 años.
–La sede de la CEPAL está en Santiago de Chile, ¿cómo valora la gestión de Alicia Bárcena y que espera de su reemplazo?
–La CEPAL es un organismo más de Naciones Unidas, el cual fue dirigido por la misma persona por 14 años. Mi opinión es que es una entidad anacrónica, muy sesgada ideológicamente y de costos y productividad desconocidas por los contribuyentes que, al final del día, somos sus financistas.
La señora Bárcena, que ahora se dirige a México a un cargo nominado por AMLO, es gran admiradora del modelo cubano de desarrollo. Cuando murió el dictador Fidel Castro alabó su obra y su legado. También ha sido defensora de las dictaduras venezolanas y de las políticas populistas argentinas. La CEPAL ha sido una especie de guarida de funcionarios, consistentemente de izquierda, que hibernan allí, en espera de cambios de gobierno para reasumir funciones públicas. La CEPAL no tiene ninguna relevancia, al menos en Chile.