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El presidente ruso, Vladimir Putin, pretende llegar al 9 de mayo con una gran victoriaAFP

70 días de guerra

El Kremlin no descarta hacer desfilar a prisioneros de guerra ucranianos en Moscú el Día de la Victoria

Moscú querría humillar a Ucrania al exhibir a los prisioneros de guerra junto a la Plaza Roja el 9 de mayo, día en que Rusia celebra la victoria soviética sobre la Alemania nazi

Rusia prepara un acto propagandístico de grandes dimensiones para los eventos del 9 de mayo, Día de la Victoria de la Unión Soviética sobre las tropas nazis en la Segunda Guerra Mundial.

Las celebraciones tendrán su punto álgido en el tradicional desfile militar presidido por Vladimir Putin en la Plaza Roja de Moscú.

Expertos del Centro de Estrategias de Defensa de Ucrania, citados por The Times, han asegurado que el Kremlin planea exhibir a unos 500 prisioneros de guerra ucranianos durante ese desfile como forma de asestar un golpe a la moral de Ucrania.

No sería la primera vez que Rusia emplea esta técnica para humillar a sus enemigos. Ya la empleó durante la Segunda Guerra Mundial cuando el 17 de julio de 1944 hizo desfilar en las calles de Moscú a 60.000 soldados alemanes, prisioneros de guerra.

Según publicó The Times, el presidente ruso, Vladimir Putin, pretende llegar a la fecha con un gran triunfo que presentar ante la opinión pública y aprovecharía el simbolismo de ese día para declarar la guerra formalmente a Ucrania.

La declaración de guerra puede parecer algo accesorio, dado que Rusia lleva más de dos meses bombardeando las ciudades ucranianas y mantiene parte del sur y este del país ocupado con sus tropas.

Sin embargo, no es un detalle meramente simbólico o semántico que se limite a abandonar el eufemismo «operación militar especial», empleado por la propaganda rusa, para hablar abiertamente de guerra.

La declaración de guerra permitiría a Rusia la movilización total de sus fuerzas e implicar a su reserva.

Según el secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, en declaraciones a LBC, el argumento empleado ahora por Putin y su corte del Kremlin sería «mira, ahora estamos en guerra contra los nazis de todo el mundo, y necesito más gente, necesito más carne de cañón. Tenemos que movilizar masivamente al pueblo ruso».

Estados Unidos también cree que Rusia prepara algún golpe de efecto para el 9 de mayo o los días previos, como una declaración de anexión formal de Donetsk y Lugansk, o incluso de Jersón.

La anexión de estos territorios confirmaría que la verdadera finalidad de la invasión rusa a Ucrania es la anexión del país, o de los territorios que puedan ocupar en su ofensiva.

En declaraciones recogidas por la CNN, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Ned Price, señaló que se espera un gran acto de propaganda el 9 de mayo.

Para Putin y su gobierno, la propaganda es una poderosa arma dirigida, más que contra los enemigos exteriores, contra la disidencia interna.

Según esa hipótesis, la invasión a Ucrania sería una gran operación de propaganda destinada a aumentar la popularidad de Putin en Rusia y apuntalar su régimen totalitario.

Ned Price reveló que se ha detectado un aumento de los «esfuerzos de propaganda como medio de distracción de sus fracasos en el campo de batalla en Ucrania».

Para Price, la declaración oficial de la guerra el 9 de mayo mostraría, sin embargo, el gran fracaso de Putin en Ucrania: «Equivaldría a revelar al mundo que su esfuerzo bélico está fracasando, que se están tambaleando en su campaña militar y en sus objetivos militares».

El mensaje victorioso de Putin contrasta con la realidad: sus tropas siguen bloqueadas en el este y sur de Ucrania.

Únicamente logran victorias limitadas en pequeñas localidades que, tras anunciar al mundo su victoriosa conquista, proceden a abandonar ante la imposibilidad de hacer frente a las contraofensivas ucranianas.

Pero lo más grave para las tropas rusas es, precisamente, lo que está sucediendo alrededor de la ciudad de Járkov.

Un funcionario de la Casa Blanca informó a la CNN que las fuerzas ucranianas estaban obligando a las tropas rusas a retroceder alrededor de la ciudad del este. Las tropas rusas «siguen sufriendo un mando pobre y descontrol, baja mora y una logística deficiente».