Alerta de hambruna: la cosecha de Ucrania caerá un 35 % por la invasión rusa

Por si la brutal invasión de Rusia, sembrada de crímenes de guerra y ataques a civiles, no fuera suficiente. Ucrania se enfrentará en breve a una nueva crisis: la hambruna y la escasez, provocadas por una fuerte reducción en su producción agraria anual.

En 2022, y por culpa, inequívocamente, de la ofensiva rusa en su territorio, la cosecha de Ucrania será solo un 65 % de su cantidad habitual. El dato desencadenará un desafortunado efecto dominó, que incrementará los precios alrededor del globo y provocará escasez de suministros y hambruna.

El economista ucraniano Oleh Pendzyn acudió a la cadena local Hromadske Radio para expresar sus temores: la invasión de Rusia, que empezó el 24 de febrero, influyó severamente en los cultivos de la población ucraniana, mermando su producción dramáticamente.

«Los alimentos no aparecen gratuitamente en el mundo. Si Ucrania no exporta grano a sus mercados tradicionales, la comida no aparecerá milagrosamente en aquellos territorios. Y los precios no harán más que subir», explicó, preocupado, Pendzyn.

Además, y de acuerdo con datos publicados por las Naciones Unidas, hay más de cuatro toneladas de grano bloqueadas en distintos puertos ucranianos, completamente inaccesibles a causa de la invasión.

Interrupción de la cosecha

Un grupo de granjeros y analistas locales ilustró en el periódico británico The Guardian lo complicado de la situación. Sus cosechas se habían visto interrumpidas por la falta de fertilizante, la escasez de recambios para tractores, el cierre de los puertos y, por supuesto, la actividad militar.

Según denunciaban, un tercio de la tierra que normalmente se utiliza para los cultivos primaverales (como el maíz o el girasol) se quedaría vacía de siembra. Además, un tercio de la cosecha de trigo del pasado otoño se perdería a causa de los ataques.

Una pequeña cantidad del grano conservado en reservas se estaba exportando por tierra a través de Polonia y Rumanía, pero no era más que una «diminuta fracción» de lo que se exportaba antaño desde los puertos de Odesa y Mikolayiv, en el mar Negro.

Destruir a la competencia

«En paralelo a la interrupción de exportación de trigo, Rusia está bombardeando silos repletos de grano, hangares que contienen fertilizantes químicos, y reservas enormes de petróleo y lubricantes. Están haciendo todo lo posible para que Ucrania pierda sus recursos como estado agrario», denunció el economista.

¿Por qué tanto ímpetu en bloquear la producción agraria del país invadido? ¿Se trata de una estrategia para matar de hambre a sus habitantes? Según Pendzyn, en declaraciones recogidas por el medio ucraniano Ukrinform, la razón es mucho más pragmática: Rusia y Ucrania compiten en los mismos mercados de alimentación internacionales, y de esta manera, Moscú gana ventaja sobre su vecino.

Pero la escasez será la gran consecuencia de esta decisión supuestamente económica y pondrá en peligro la vida de millones de personas.

«Eso es porque el incremento en los precios del grano llevará a un aumento de los precios globales. Muchos perderán la capacidad económica para acceder a la comida», explicó el economista.

El mismo presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ya alertó en su día de una probable crisis alimenticia global. Predijo, a poco de empezar la invasión, que habría una «tragedia» mundial en cuanto a la seguridad alimenticia si Rusia no desbloqueaba los puertos.

También los sindicatos agrícolas españoles manifestaron temores similares: Rusia y Ucrania producen un 30 % del grano mundial, un 20 % de maíz, y un 50 % de girasoles. Además, la mayoría de fertilizantes que se utilizan en Europa procede también de estos países.