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La primera ministra de Finlandia, Sanna MarinAFP

Rusia corta el suministro eléctrico a Finlandia como castigo por su posible ingreso en la OTAN

Las autoridades finlandesas compensarán el déficit eléctrico con un aumento de las importaciones desde Suecia y Noruega

Rusia cumplió su amenaza y dejó de suministrar este sábado electricidad a Finlandia como castigo por su solicitud de ingreso en la OTAN.

La noticia la anunció el viernes el operador RAO Nordic, filial de la empresa energética estatal rusa Inter RAO.

El operador eléctrico finlandés, sin embargo, tranquilizó a los usuarios y anunció que no sufrirán consecuencias por la medida adoptada por Rusia.

Finlandia aseguró que está preparada para el corte de electricidad desde Rusia y que compensará el déficit con un aumento de las importaciones eléctricas desde Suecia y Noruega.

Según el operador finlandés, la electricidad importada desde Rusia representa el 10% del suministro eléctrico nacional, por lo que su sustitución podrá producirse sin que se produzcan cortes en el suministro.

Esta medida de Rusia se produce cuando los países europeos están tratando de reducir la dependencia energética de Rusia e imponer vetos a las importaciones de gas y petróleo rusos.

La Unión Europea, coordinada con Estados Unidos y sus demás socios, ha logrado imponer una importante batería de sanciones contra intereses rusos que afectan directamente a su línea de suministros y a su estructura bancaria.

Rusia, por su parte, ha respondido con una serie de contrasanciones a empresas de países considerados hostiles y contra la seguridad energética de los Estados europeos. Entre las empresas sancionadas está la polaca EuRoPol GAZ.

El jueves la estatal rusa de hidrocarburos, Gazprom, anunció que dejaría de proporcionar gas a Europa por medio del gasoducto Yamal-Europa, cuyo tramo polaco administra EuRoPol GAZ.

Como respuesta a las sanciones occidentales contra el rublo, la moneda rusa, Gazprom modificó las condiciones para la compra de gas ruso y exigió el pago en rublos.

La mayor parte de los países europeos se negaron a aceptar la nueva exigencia y comunicaron su intención de seguir pagando en euros, como se estipula en los contratos.

En abril, Gazprom anunció que suspendía sus exportaciones de gas a Bulgaria y Polonia por su negativa a pagar en rublos.