Entrevista a Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo de la Nación Argentina
Matías Kulfas: «El poder lo tiene el presidente Alberto Fernández, y es él quien toma las decisiones»
El ministro admite los «desordenes» de la economía pero anima: «Argentina está plagada de oportunidades para invertir»
El ministro de Desarrollo Productivo de Argentina, Matías Kulfas, se muestra optimista con los inversores españoles. «Tengo buenas perspectivas», reconoce en entrevista con El Debate.
De paso por Barcelona, para asistir a la Asamblea y Exposición Global de Hidrógeno Verde, un foro mundial de energía, Kulfas admite los «desordenes» de la economía argentina, celebra que el país está en «la senda» de su corrección y reivindica el poder del presidente, Alberto Fernández, frente a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. «El que toma las decisiones es él», insiste.
Por videoconferencia desde una sala del Aeropuerto Josep Tarradellas-El Prat, este ministro de 50 años y ex gerente general del Banco Central de Argentina, hace repaso a las dificultades y los avances de un país en crisis desde hace décadas.
–¿Los inversores españoles le han expresado preocupaciones concretas sobre Argentina?
–Las cosas que normalmente preocupan a la industria son la estabilidad, el respeto a las reglas, que sean claras. Esto es básico para hacer grandes proyectos a largo plazo. Argentina lastra con estas dificultades desde hace 20 ó 30 años. Los empresarios buscan garantías de tranquilidad para invertir y en eso estamos trabajando. Vemos un escenario muy positive.
Estamos en un sendero de normalización gradual de la economía a pesar de las dificultades
- Habla de estabilidad, de normas, de dar certidumbre pero, ¿cómo dar garantías a inversores españoles que están, entre comillas, escarmentados?.
–La realidad es que hay todavía situaciones de incertidumbre no disipadas. Es un tema en la agenda del Gobierno que nos preocupa, pero estamos trabajando mucho con los inversores, incluyendo los españoles, para mostrarles que estamos en un sendero de normalización gradual de la economía a pesar de las dificultades.
–Los empresarios suelen insistir en que no se dan las condiciones o dicho de otro modo que la palabra mágica, «confianza» no está en su registro con Argentina
–No pongo en duda que algunos le digan eso pero mire: pese a la crisis macro financiera y la pandemia, en el sector productivo estamos realmente con una evolución muy favorable. Nuestros niveles de inversión nacional e internacional están en el 30 % por encima de la pre pandemia.
Obviamente para un inversor tener que proyectar con variables macroeconómicas desordenadas no es sencillo
–Le traslado el mensaje que escucho: No podemos hacer proyecciones a la casa matriz del valor de la moneda, no sabemos cuantos impuestos nos van a aplicar, tampoco hasta dónde llegará la inflación o qué van a hacer los sindicatos...
–Sabemos de las de las dificultades. Obviamente, para un inversor tener que proyectar con variables macroeconómicas desordenadas no es sencillo, pero insisto: estamos trabajando en una normalización macroeconómica, en mostrar que Argentina está plagada de oportunidades. No negamos los problemas pero hoy estamos más ordenados que hace un año y mejor que hace dos aunque todavía falten esfuerzos. Aún así, desde que empezó nuestro gobierno registramos 1.321 anuncios de inversión.
–¿Qué sectores son los más atractivos?
–Hay mucha inversión internacional y nacional en desarrollo con un fuerte eje en energía, minería, economía del conocimiento e industrias. Pero se va extendiendo a diferentes sectores. Hay oportunidades que muchos inversores ven positivamente.
No podemos hablar de beneficio (por la guerra) cuando hay tanto sufrimiento en Ucrania y Europa
–Ucrania era lo que Argentina hace años, «el granero del mundo». ¿La guerra les ha beneficiado en términos exportadores?
–De ninguna manera podemos hablar de beneficio cuando hay tanto sufrimiento en Ucrania y Europa. Sentada esta premisa, en el corto plazo no diría que nos ha beneficiado económicamente el conflicto. Es cierto que se han fortalecido los precios de exportación pero también lo es que han crecido los de la energía.
–Pero Argentina también es potencialmente rica…
-Argentina es un país que está cerca del autoabastecimiento de gas, hay una reserva en Vaca Muerta que le permite tener en exceso, pero nos falta desarrollo de infraestructuras. Por esta razón, tenemos que importar algo y está muy caro. Al mismo tiempo, esta guerra ha generado un problema inflacionario que afecta a todo el mundo. Pero en el caso de Argentina partimos de un nivel de inflación más alto que el resto.
Para nosotros, obviamente, una inflación del 10 % nos genera un poco de envidia
–En Europa es una pesadilla que se creía olvidada pero ustedes están acostumbrados a convivir con ella. ¿Qué estimaciones de inflación tienen prevista para fin de año?
–La proyección de inflación es competencia del ministro de Economía. Así que no, no, no quiero quitarle su trabajo. En cuanto a lo que está ocurriendo en Europa es llamativo para los españoles y los europeos. Para nosotros, obviamente, la inflación del 10 % nos genera un poco de envidia. Ojalá pudiéramos lograr ese nivel y ahí plantearnos seriamente bajarla a un dígito. Pero, la verdad, es que venimos ya de 15 años con dos dígitos y por diferentes motivos, no lo conseguimos.
–¿A qué lo atribuye?
–En nuestro gobierno solo logramos llegar al 36 por ciento en el año 2020 y lo vivimos como algo positivo. Luego, se produjeron los dos shocks internacionales, la pandemia y ahora la guerra en Ucrania.
Hay un plan para alcanzar 200 millones de toneladas de grano
–En cualquier caso, hay más exportaciones…
–Tratamos de tener un impulso adicional para incrementar la producción de granos. Hay un plan para alcanzar 200 millones de toneladas, pero en el corto plazo no es posible. Son estrategias a largo plazo.
–¿De qué tiempo estamos hablando?
–Hay un crecimiento interesante que se va a empezar a notar en los próximos años. Aspiramos a extender la campaña agrícola (trigo, maíz, soja…) pero se necesita tiempo para apreciar el resultado de estas políticas. Esperamos que se aprecie a finales de esta década.
–Hay inversiones extranjeras necesarias para grandes proyectos que se resisten por los obstáculos que encuentran para repatriar dividendos, acceder al mercado de cambio…
–Como Gobierno no estamos cómodos con este nivel de restricciones que esperamos poder eliminar gradualmente en los próximos años.
–Argentina posiblemente sea el país que más odia al FMI pero al final, se convierte en su salvador.
–(Sonríe) Hicimos un acuerdo con el FMI que consideramos bueno y razonable. Ahora, nunca hubiéramos ido a buscar al Fondo para refinanciar las deudas o para estabilizar la macroeconomía, como lo hizo el gobierno de Mauricio Macri. Fue una negociación en este contexto que consideramos necesaria.
En España me ha sorprendido ver cómo son ahora los debates, antes eran más moderados
–¿Cómo convencer a los empresarios de que sus inversiones no se verán afectadas cuando dentro del propio gobierno se generan tensiones entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner?
–Hay debate, no vamos a negarlo. Son debates públicos, pero, sin ánimo de escapar a la pregunta, el mundo vive una polarización muy fuerte. En España me ha sorprendido ver cómo son ahora los debates, antes eran más moderados, las posiciones estaban más centradas. Lo mismo pasa en Estados Unidos, Brasil, Chile… y Argentina no es una excepción, hay contradicciones en el Frente de Todos (coalición de gobierno) pero compartimos el mismo modelo de país y si va a la oposición de Juntos por el Cambio el escenario oes el mismo. El mundo está cambiando.
En España las contradicciones de las que hablamos suceden con Podemos y el PSOEE ¿O, no?
–Pero la polarización suele ser entre oficialismo y oposición no entre el presidente y su número 2 (Cristina Fernández de Kirchner) y más cuando la sensación que hay instalada es que el verdadero poder está en ella y no en él.
–La realidad es que el poder lo tiene el presidente y es él quien toma las decisiones. Por supuesto que escucha a todos. En España las contradicciones que hablamos suceden con Podemos y el PSOEE ¿O, no?