Fundado en 1910

El presidente ruso, Vladimir PutinAFP

91 días de guerra

Oficiales rusos reclaman a Putin que introduzca la pena de muerte para los desertores

El descontento en Rusia sobre el desarrollo de la guerra va en aumento a pesar de las últimas conquistas territoriales rusas en Ucrania

Un grupo de oficiales rusos reclamaron al Kremlin que instaure «la pena de muerte para los desertores» del ejército que combate en Ucrania.

Estos oficiales se encuadran en la Asamblea de Oficiales de toda Rusia, organización de ideología nacionalista paneslava.

Según el Institute for the Study of War (ISW), la organización militar exigió que el presidente ruso, Vladimir Putin, reconozca que «las fuerzas rusas ya no están solo para 'desnazificar' Ucrania, sino que libran una guerra por los territorios históricos de Rusia y por su existencia en el orden mundial».

Entre otras medidas, los oficiales, al igual que otros sectores nacionalistas rusos, reclamaron la declaración de guerra contra Ucrania y la «movilización parcial» de la población rusa.

Esa movilización implicaría que se «formen escuadrones de defensa territorial, que se extiendan los períodos de servicio militar de uno a dos años y que se formen administraciones supremas en tiempos de guerra en Rusia, en las Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk y en los asentamientos ucranianos recientemente ocupados».

Los grupos más nacionalistas de Rusia han expresado su descontento con el desarrollo de la guerra en Ucrania.

Opinan que los objetivos planteados por el Kremlin tras el repliegue de Kiev son demasiado modestos y que la conquista del este y sur de Ucrania es insuficiente.

Según la declaración de la Asamblea, la «operación militar especial», eufemismo con que el Kremlin se refiere a la invasión a Ucrania, «no logró sus objetivos en tres meses, especialmente después de los fallidos cruces del río Seversky Donets».

En este estratégico río del este de Ucrania, Rusia intentó establecer un puente móvil para el paso de sus tropas. Sin embargo, el ejército ucraniano logró destruir el puente y un grupo táctico de batallón ruso.

Ese percance «conmocionó a los observadores militares rusos y los llevó a cuestionar la competencia» de su ejército para alcanzar los objetivos marcados.

Las valoraciones y peticiones de la Asamblea de Oficiales de toda Rusia suelen tener un eco importante en los pasillos del Kremlin.

Los oficiales reclamaron el reconocimiento de las independencias de las Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk semanas antes de que se iniciara la invasión a Rusia.

Sin embargo, es poco probable que en esta ocasión Moscú siga las directrices de esta organización, debido a la preocupación que ocasiona «la reacción interna y los problemas en los medios de movilización».

Las críticas de los oficiales rusos se producen en un momento en el que, según ISW está aumentando el tono de las críticas al Kremlin por parte de la población.

Los rusos nacionalistas son cada vez más críticos con el modo en que se está diseñando la estrategia militar: «Hay una creciente percepción negativa sobre el liderazgo ruso entre los ciudadanos que apoyan la guerra en Ucrania».

También los rusos contrarios a la guerra se muestran cada vez más audaces en sus acciones contra la invasión.

Existe «un creciente descontento con el servicio militar obligatorio» que se ha traducido en continuos ataques contra las oficinas de reclutamiento militar en Rusia por parte de asaltantes no identificados.

Pese a las críticas, las tropas rusas siguen logrando pequeños, pero constantes avances sobre el terreno. En las últimas horas han logrado cerrar un poco más la pinza sobre la ciudad de Severodonetsk, plaza estratégica para alcanzar el objetivo de conquistar todo el oblast de Luhansk.

Las tropas rusas lograron también avances desde Popasna y en Mironovsky, localidad que consiguieron capturar.

Según varios indicios apuntados por ISW, las tropas ucranianas habrían iniciado un repliegue táctico para evitar la destrucción de su ejército en el Donbás y tener opciones de emprender contraataques cuando se agote la capacidad ofensiva de Rusia.