Salvador Ramos, el joven «agresivo» y «tartamudo» que ha asesinado a 19 niños en un colegio Texas

Salvador Ramos era un chico «callado». Así lo describen quienes lo conocían; solo la mujer que trabajaba con él en una franquicia del ‘Wendy’s’, restaurante de comida rápida, identificó una tendencia «agresiva» en el joven que ha asesinado a 19 niños y dos adultos al asaltar una escuela primaria de Uvalde, en Texas.

Ese joven «callado» ha protagonizado una nueva masacre en un colegio de Estados Unidos. Salvador Ramos ha abierto en el interior del edificio asesinado a 19 niños, muchos menores de 10 años y dos profesores.

«Era muy maleducado con las chicas, y los cocineros, y los amenazaba. También mandaba mensajes indecentes a las mujeres. Habíamos visto videos de él intentando pelear contra la gente en el parque, con guantes de boxeo. Los llevaba siempre consigo», relataba su compañera de trabajo.

Para celebrar su 18 cumpleaños, Salvador Ramos compró dos rifles de asalto, que en Texas se venden con facilidad. Se valió de ellos para disparar indiscriminadamente en los pasillos del colegio Robb Elementary, a 85 millas de San Antonio.

En declaraciones al periódico Washington Post, un amigo del joven explicó que hubo un «deterioro» en el comportamiento de Ramos. Contó que sus compañeros de clase solían hacer bullying al asesino, que tenía problemas al hablar: ceceaba y tartamudeaba.

Pero también demostraba comportamientos extraños. Una vez, se hizo un corte en la cara con un cuchillo, «por diversión», contó otro compañero de Salvador Ramos. También solía lanzar huevos a los coches de la gente, y disparar a desconocidos con una pistola de aire comprimido.

Justo antes de llevar a cabo la matanza, Ramos envió a una chica que apenas conocía un mensaje críptico por Instagram, donde prometía que pronto compartiría «un pequeño secreto». Subía fotos de armas, y etiquetaba a la joven.

Otra de sus compañeras de clase compartió con el Post comportamientos extraños del asesino que la incomodaban. Según la estudiante, Ramos publicó un video de sí mismo gritando a su madre y llamándola «puta» en su historia de Instagram, completamente público. Por lo visto, la mujer había intentado echarle de casa.

En su tiempo libre, además de compartir imágenes de armas, con las que parecía estar obsesionado, el adolescente disfrutaba jugando al Call of Duty, videojuego que consiste en disparar a los otros jugadores. Pero no socializaba mucho; fue descrito por sus conocidos como «emo», «alternativo», y «callado». Pasó los meses previos al tiroteo encerrado en su habitación, dejó incluso de ir al colegio.

Antes de cometer la matanza, Salvador Ramos disparó a su abuela (que se encuentra hospitalizada en estado crítico) , y estrelló su coche cerca de la escuela primaria. Entró en el recinto y comenzó a disparar.