Elecciones Colombia
¿Quién es Rodolfo Hernández, el Trump colombiano que puede ser presidente?
A los 77 años la campaña la ha hecho como millenial, todo para las redes y nada para sus adversarios. Reventó Instagram, Facebook, twitter y youtube WhatsApp y Tik tok.
Hablan de «el viejito» como si fuera nuevo en la política, un «outsider» que llegó a las elecciones como si la lotería de pasar a la segunda vuelta, la tocara sin haber comprado un décimo.
Dicen de él que es el «Donald Trump colombiano» aunque los que le miran con desprecio burlón prefieren referirse a Rodolfo Hernández como «el Berlusconi» de Bucaramanga. Todo y nada es verdad en este personaje que ha dado la sorpresa en las urnas.
Hernández, de 77 años, conoce el poder desde los dos ángulos que cuadran la curvatura del círculo de la Casa de Nariño, la sede del Ejecutivo en Bogotá. Lo conoce y lo ha ejercido como alcalde Bucaramanga en 2015, ciudad de más de 610.000 habitantes del importante departamento de Santander y fue concejal a finales de los 70 y en los años 90.
Descubrió los recovecos de los espacios donde los que mandan lo deciden todo, como empresario de la construcción y así, entre la empresa y la política hizo su particular máster con un objetivo para cuando llegara a la tercera edad: gobernar Colombia.
La decisión puede parecer que la adoptó tarde, pero los hombres de negocios (con éxito) suelen medir todo despacio antes de lanzarse a una piscina infestada de tiburones. Hernández no tiene detrás una estructura política de peso con su Liga de Gobernantes Anticorrupción y tampoco tradición en el barro de la primera división de la política o una fila de colmillos afilados.
La bofetada
Lo que tiene este hombre es una labia rabiosamente rápida, una lengua afilada y un ojo clínico para ver la enfermedad del fracaso en el otro ('Fico' fue su víctima). También, una mano rápida para atizar un guantazo como la que le dio en 2018 al concejal Jhon Jairo.
Por último, Hernández, dispone de esa dosis mínima de suerte que inclina la balanza de tu vida hacía el lado del éxito o del fracaso.
Hija secuestrada y desaparecida
Su fortuna se estima en torno a los cien millones de dólares. Motivo sobrado de felicidad la tristeza la esconde en la tragedia que conocen miles de colombianos. De sus cuatro hijos, Mauricio, Luis Carlos, Rodolfo José y Juliana, la pequeña y única mujer, fue secuestrada en 2004. Nunca más tuvo noticias suyas.
La personalidad de este personaje extravagante y deslenguado le permite asumir que sabe lo que no sabe y se entrega a sus asesores (argentinos) sin cuestionar su criterio. La campaña la ha hecho como millenial, todo para las redes y nada para sus adversarios. Dicho de otro modo, no se prestó a ningún debate, desgastó lo justo la suela de sus zapatos y reventó Instagram, Facebook, twitter y youtube. Pero su patrulla de jóvenes descargó su batería entusiasta de mensajes en WhatsApp y Tik tok.
«El tapado» del establishment lo llaman algunos, pero se equivocan. El «establishment» anduvo desconcertado con él y con el resto de los que podrían balancearse en su cuerda. El mensaje que parecían recibir los que de verdad tienen el dinero, era el de mantenerse lejos porque todos los candidatos iban, cada cual a su modo, de rebeldes con o sin causa. Federico 'Fico' Gutiérrez parecía el elegido, pero su campaña y su entorno fracasaron hasta para abrir las puertas de las grandes donaciones.
El olor de la derrota de Fico
El olor de la derrota de 'Fico' se percibió en Colombia un par de semanas antes de que se abrieran las urnas. Lo notaron ricos, menos ricos y los pobres que ven en el ganador de la primera vuelta una extensión de esa izquierda sudamericana que sólo ha traído miseria y malestar social.
Con ese perfume y la colonia de la derecha tradicional caducada los sondeos prohibidos de difundir en Colombia, pero de boca en boca dentro y fuera de sus fronteras, anticipaban que el único capaz de vencer en segunda vuelta a Gustavo Petro era «el viejito».
Seguidor de Hitler
Eso explica el espring final de este corredor de fondo o denunciador serial de la corrupción que reconocía en 2016: «Yo, soy seguidor de un gran pensador alemán que se llama Adolfo Hitler».
El expediente de Hernández no es inmaculado. Tiene pendiente una causa judicial por contratación irregular cuando fue alcalde de Bucaramanga, pero la vista no se celebrará hasta julio y el balotaje es el 19 junio. Para entonces, la suerte estará echada. Para él y para Colombia.
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