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Refugiados, en su mayoría mujeres y niños, intentan llegar al cruce fronterizo en Medyka, PoloniaGTRES

98 días de guerra en Ucrania

Los refugiados ucranianos huyen de España «por la falta de oportunidades»

La Fundación Madrina ha denunciado que los refugiados ucranianos no reciben suficiente apoyo económico del Gobierno

Desde que empezó la guerra en Ucrania, 134.000 refugiados acudieron a España en busca de un hogar y un futuro en Europa.

No duraron mucho: hoy, tres meses después del inicio de la invasión, los ucranianos que huyeron hacia la península están decepcionados con «la falta de oportunidades» para ellos, y muchos de ellos ya parten a otros países donde les pueda ir mejor.

Así lo ha denunciado la Fundación Madrina, organización que desde febrero ha asistido de forma mayoritaria en la acogida de refugiados en España. A través de un comunicado, explicaron que la decepción con el país se debe en gran parte a la falta de recursos, a problemas con las familias de acogida, y al tema del idioma.

Según la entidad, «las familias de acogida ya empiezan a notar la presión económica de mantener entre 2 y 5 miembros más, especialmente con la subida de los precios del carburante, de la luz y de la comida», los desplazados están teniendo «problemas» con el idioma, tienen «incertidumbre económica y laboral», y «no soportan vivir permanentemente de la caridad».

«La carencia de recursos económicos para sobrevivir al llegar a España, y la dificultad para poder vivir autónomamente, están marcando el destino de vuelta de muchas de estas familias», ha advertido la Fundación, antes de señalar que reciben quejas acerca de que el Gobierno de España «no ayuda con lo prometido de la ayuda social, a diferencia de otros países de Europa», como es el caso de Polonia.

En declaraciones al periódico La Vanguardia, un ucraniano llamado Vitaliy narró como, de las 57 personas que en su día acogieron él y sus amigos, algunos ya han preguntado si pueden volver a irse, dado que en España no encuentran las oportunidades que querían.

«Mucha gente quieren volver porque no encuentran ayuda del gobierno español y todos los trámites son largos hasta que no lo consiguen y luego pierden la esperanza y sienten que están en casa de alguien sin poder aportar nada», señaló Vitaliy.

Estos refugiados terminan prefiriendo países como Polonia o Rumanía, donde el idioma es más accesible. Las cifras lo demuestran: Polonia ya ha acogido a 3.627.178 personas, y Rumanía, a 989.357.

El papel del Gobierno español deja mucho que desear. Según Vitaliy, los trámites y la burocracia deberían ser «más rápidos» para brindar a los ucranianos la seguridad inmediata que les permitirá buscar un hogar y un trabajo con calma.

Por otra parte, a estos refugiados se le prometió el Ingreso Mínimo vital (IMV) pero un año después de su llegada. Pero no lo necesitarán entonces, lo necesitan ahora, en su época de máxima seguridad. Países como Polonia, Alemania, y Eslovaquia, ofrecen un apoyo económico desde el primer minuto.