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Dasha muestra el vehículo en el que murió su familia acribillada a tiros por los rusosAndrii Nebytov / Ukraine NOW

105 días de guerra en Ucrania

Una niña ucraniana sobrevive a los crímenes de guerra de Rusia al fingir su muerte

Dasha, una niña de 13 años, es uno más de los múltiples testimonios que documentan los crímenes de guerra cometidos por las tropas rusas en Ucrania

Los testimonios de supervivientes de los crímenes de guerra cometidos por los soldados rusos en Ucrania son cada vez más, y cada vez son más espeluznantes.

El perfil de Telegram Ukraine Now difundió la historia de Dasha, una niña de 13 años que sobrevivió a un tiroteo ruso al hacerse la muerta.

Dasha circulaba a finales de febrero junto con su padre y su madrastra en el coche familiar por el pueblo de Katiuzhanka, en la región de Kiev, cuando la zona metropolitana de la capital ucraniana estaba ocupada por las tropas rusas.

En un momento dado, se encontraron con las fuerzas rusas que, sin dudarlo y sin preguntar, abrieron fuego contra el vehículo.

Los padres de Dasha murieron de inmediato. Ella logró salir del coche y se escondió en la parte trasera, bajo el maletero.

Sin embargo, los rusos habían fijado un objetivo y no iban a soltar fácilmente a su presa. Daba igual que fuera una civil y una niña.

Sin dejar de disparar hacia el escondite donde se encontraba Dasha, los soldados se acercaron a ella.

Una bala impactó en el cuerpo de la adolescente y la dejó malherida. Pero, con una muestra de valentía, o tal vez dejándose llevar por el instinto de supervivencia, ahogó todo grito de dolor y se hizo la muerta.

Los soldados, al ver el cuerpo inerte, dejaron de disparar. Se acercaron y, para asegurarse de que la menor estaba muerta, comenzaron a darle patadas. Convencidos de que la niña había muerto, los soldados abandonaron el lugar.

Dasha sobrevivió, se recuperó de sus heridas y, ya con las tropas rusas replegadas más allá de las fronteras del norte de Ucrania, regresó al lugar de los hechos junto con un equipo judicial que investiga los crímenes de guerra cometidos por Rusia en Ucrania.

El vehículo, calcinado, seguía en su lugar. El parabrisas reventado por las balas. Los cuerpos de su padre y su madrastra ya no estaban en su interior.

Sólo los hierros rotos del coche daban testimonio de uno más de los horrores de la guerra que han roto innumerables vidas como la de Dasha y su familia.