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El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, y su vicepresidenta y esposa, Rosario Murillo, en una imagen de archivoAFP

Nicaragua aprueba el despliegue de tropas rusas en su territorio a partir del 1 de julio

El despliegue de militares rusos en Nicaragua sería la respuesta del Kremlin a la ampliación de la OTAN en el este de Europa

Rusia podría poner una pica en Flandes en los próximos meses con el despliegue de efectivos militares en Nicaragua, en el patio trasero de Estados Unidos.

La medida, que podría interpretarse como un intento de dar al enemigo de su propia medicina, supondría poner a la OTAN ante su espejo por el despliegue de tropas y armamento estadounidense en Europa oriental, a pocos kilómetros de Rusia.

El presidente nicaragüense, el sandinista Daniel Ortega, aprobó la autorización para que Rusia pueda desplegar tropas, barcos y aviones en su territorio a partir del 1 de julio.

La medida debe aprobarse ahora en la Asamblea Nacional, pero nadie duda de que superará el trámite, ya que la cámara la controlan los sandinistas. La votación está prevista para el martes 14 de junio.

El decreto, publicado esta semana en el diario oficial La Gaceta, autoriza el ingreso «de forma rotatoria» de efectivos militares rusos para participar con miembros del Ejército nicaragüense «en intercambio de experiencias, ejercicio de adiestramiento y en operaciones de ayuda humanitaria».

El intercambio también incluye ejercicios navales y aéreos para labores de enfrentamiento y lucha contra el narcotráfico y crimen organizado transnacional, según el decreto.

En el mismo período «previamente planificado» y con los mismos objetivos ingresarán a Nicaragua militares de Estados Unidos, México, Centroamérica, Venezuela, Cuba y República Dominicana, de acuerdo con el decreto presidencial.

Con igual propósito, Ortega también solicita ratificar la salida de militares nicaragüenses hacia los mismos países.

La relación entre Nicaragua y Estados Unidos es tensa debido a que el país norteamericano ha impuesto sanciones al entorno de Ortega, como presión para que realice cambios políticos o para liberar a unos 182 opositores, entre ellos siete exaspirantes a la presidencia, detenidos antes de las elecciones de 2021 en las que Ortega obtuvo un cuarto mandato consecutivo.

En tanto Ortega, de 76 años, es uno de los aliados en Centroamérica de Rusia, país con el que ha estrechado lazos políticos y de cooperación para resistir las sanciones de Estados Unidos.

Nicaragua se ha alineado con Rusia en la guerra de Ucrania. De hecho, el gobierno nicaragüense, por medio de un comunicado de su canciller, Denis Moncada, pronosticó «una nueva derrota occidental» en Ucrania.

Según el argumento de Moncada, el apoyo de la OTAN a Ucrania por medio del envío de armas y sanciones contra Rusia, implica que Estados Unidos y sus aliados son parte del conflicto como actor beligerante.

Sin embargo, Moncada aseguró que, a pesar de estos esfuerzos destinados a derrotar a Rusia en el campo de batalla, «el panorama militar prefigura una nueva derrota occidental».