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El canciller Olaf Scholz y el presidente Volodímir ZelenskiEl Debate

110 días de guerra

Zelenski critica los «titubeos» de Berlín y exige a Scholz a «decidirse»

Alemania ha aprobado el envío de tanques del tipo Gepard y obuses a Kiev, pero hasta ahora los suministros de armamento pesado no se han llegado

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, apremió hoy al canciller alemán, Olaf Scholz, a «decidirse» y a suministrar a su país el armamento pesado que necesita para hacer frente a la ofensiva rusa y vencer al ejército invasor.

«Necesitamos del canciller Scholz la seguridad de que Alemania apoya a Ucrania. Él y su Gobierno deben decidirse», afirmó el líder ucraniano en declaraciones a la televisión pública ZDF, donde achacó a Berlín «titubeos» a la hora de hacer efectivos los suministros comprometidos.

Según ese medio, que cita a fuentes del entorno de Zelenski, Kiev precisa de 1.000 obuses, 300 lanzagranadas, 500 tanques, 2.000 vehículos blindados y 1.000 drones para ganar la guerra a Rusia.

Alemania ha aprobado el envío de tanques del tipo Gepard, así como de obuses a Kiev, además de una serie de operaciones a través de terceros países -entre ellos, Eslovaquia-, pero hasta ahora los suministros de armamento pesado no se han materializado.

En una comparecencia ante los medios, tras una reunión con los líderes del este de Alemania, Scholz respondió a una pregunta sobre la cuestión que para enviar tanques Gepard o los obuses primero debía completarse la instrucción militar que precisan los soldados ucranianos para su manejo.

Dicha instrucción militar se está brindando ya, en Alemania, añadió Scholz, sin especificar los plazos en que se completaría.

Tampoco aclaró el canciller si piensa visitar próximamente Kiev junto con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro italiano, Mario Draghi, como afirmó este domingo el diario Bild.

Dicho viaje debe realizarse, según este medio, antes de la cumbre del G7 que se celebrará, bajo la presidencia alemana del grupo de las siete grandes potencias, en el castillo de Elmau, en Baviera, del 26 al 28 de este mes.

Scholz fue interpelado hasta dos veces este lunes acerca de estos supuestos planes. Primero, en la comparecencia con los líderes regionales del este del país y, a continuación, en otra rueda de prensa junto al primer ministro de Eslovaquia, Eduard Heger, de visita de trabajo en Berlín.

En ambas ocasiones declinó confirmar o desmentir esos supuestos planes y se remitió a lo que había dicho su portavoz en una comparecencia de rutina ante los medios, donde explicó que se informaría al respecto cuando hubiera «algo que comunicar».

Scholz se encuentra bajo fuertes presiones, tanto de algunos aliados internacionales como de Kiev, y también a escala de la oposición alemana, que le recriminan falta de determinación en su apoyo a Ucrania o incluso «tibieza» frente a Moscú.

A diferencia de otros líderes europeos, el canciller alemán no ha visitado aún Ucrania, aunque sí lo han hecho varios de sus ministros, como la de Exteriores, Annalena Baerbock, la de Interior, Nancy Faeser, la de Defensa, Christine Lambrecht, el de Agricultura, Cem Özdemir, y el de Sanidad, Karl Lauterbach.