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Los entierros en Severodonetsk, región del Donbás, se celebran bajo el estado de alerta de los soldados ucranianosEFE

116 días de guerra en Ucrania

El gobernador de la bombardeada región ucraniana de Lugansk se «prepara para lo peor»

Serguéi Gaidai, gobernador de una región del este de Ucrania bombardeada sin cesar por las fuerzas rusas, muestra los bolsillos de su chaleco antibalas llenos de municiones y material de urgencia. «Hay que estar preparado para lo peor», afirma.

Nombrado por el presidente Volodimir Zelenski, este hombre de 46 años está al frente de la región de Lugansk, donde se encuentran la ciudad de Severodonetsk, en la que se libran combates entre las fuerzas rusas y ucranianas, y la localidad de Lysychansk, bajo disparos de artillería.

«La situación es difícil, en la ciudad (de Lysychansk) y en toda la región», afirma. Los rusos «bombardean nuestras posiciones las 24 horas del día», reconoce.

En Lysychansk, todo se prepara para los combates callejeros: los soldados cavan trinchera y ponen alambradas, y la Policía coloca coches calcinados en las calles para frenar el tráfico. «Una expresión dice: hay que prepararse para lo peor y lo mejor vendrá sólo», cuenta Gaidai.

Bombardean nuestras posiciones las 24 horas del díaSerguéi Gaida, gobernador de Lugans

«Por supuesto que tenemos que prepararnos», reitera. Ya ha advertido varias veces que las tropas rusas acabarán por rodear Lysychansk y cortarán las principales carreteras de suministro. «Es una guerra, todo puede pasar», observa.

«Esta bien que Occidente nos ayude, pero llega tardeSerguéi Gaida, gobernador de Lugans

«Miren cómo Severodonetsk resistió: pueden ver que ellos no la controlan totalmente... No pueden ir más rápido (ni) colocar sus cañones enormes y tanques», explica el gobernador.

Como otros responsables ucranianos, espera que los aliados occidentales de Ucrania les entregarán «lo antes posible» más «armas de largo alcance». «Esta bien que Occidente nos ayude, pero llega tarde», lamenta.

«No hay ningún lugar seguro en toda la región de LuganskSerguéi Gaida, gobernador de Lugans

El gobernador podría ir a Severodonetsk para ver cómo están sus tropas, «pero es extremadamente arriesgado».

De hecho, «no hay ningún lugar seguro en toda la región de Lugansk», admite, mientras se oyen explosiones en los alrededores.

Su chaleco antibalas está lleno de cajas de cartuchos, y tiene un fusil semiautomático en el coche. «Si es necesario, combatiré», dice.

Gaidai, nacido en Severodonetsk, fue nombrado por Zelenski tras su elección en 2019. «Estoy aquí para ayudar a la gente en todo lo posible», explica sobre este trabajo de administrador en tiempos de guerra que le obliga a «guardar (sus) emociones para (él)».

«Me duele ver cómo mi ciudad natal está siendo destruida», reconoce con tristeza. También ver cómo la guerra mata a personas que conoce: «Soy un ser humano, pero entierro todo esto en el fondo de mí».

Intentamos convencerlos para que se vayanSerguéi Gaida, gobernador de Lugans

La vida es muy dura para el «10%» de los habitantes de Lysychansk que se han quedado en la ciudad, sin red telefónica, ni agua corriente ni electricidad. Cocinan con leña y viven refugiados en sótanos.

«Intentamos convencerlos para que se vayan», pero «algunos se niegan categóricamente». Y sólo un «pequeño porcentaje» espera que Moscú haga de su región un «mundo ruso», según él.

El gobernador Gaidai comunica a diario el estado del conflicto, a través de redes sociales como Telegram o Facebook.

«Necesitamos hablar» para contrarrestar la propaganda rusa, pero también para que la gente de la región «entienda que no los hemos abandonado, que estoy aquí con ellos», señala.

También cree que sus mensajes tienen otra utilidad posible: ayudar a hacer condenar al presidente ruso, Vladimir Putin, «cuando lo llevemos ante la justicia en (la Corte Penal Internacional de) La Haya».