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Los soldados estadounidenses Alexander John-Robert Druke y Andy Tai Ngoc Huynhtwitter.com

117 días de guerra en Ucrania

Dos estadounidenses caen en manos de los prorrusos y se enfrentan a una posible pena de muerte

Alexander John-Robert Druke y Andy Tai Ngoc Huynh podrían ser juzgados como mercenarios en un tribunal de Donetsk y condenados a muerte

Después de varios días de especulaciones sobre el destino de los tres combatientes estadounidenses desaparecidos en el Ucrania, los separatistas prorrusos de Donetsk han informado de que dos de ellos están en su poder.

Se trata de Alexander John-Robert Druke y Andy Tai Ngoc Huynh, ambos de Alabama, informó la CNN.

Los dos ciudadanos estadounidenses desaparecieron el pasado 9 de junio cuando combatían al norte de Jarkov. Fueron capturados por milicianos de la República Popular de Donetsk y se encuentran recluidos en un centro de detención.

Según señaló a la CNN un portavoz de la Secretaría de Estado de Estados Unidos, el gobierno estadounidense está siguiendo el caso y se están realizando gestiones con las autoridades ucranianas, el Comité Internacional de la Cruz Roja y las familias de los combatientes.

La confirmación de que los soldados estadounidenses han caído en poder de los combatientes de Donetsk ha aumentado la preocupación de las familias.

A diferencia de Rusia, las autoridades de la autoproclamada república independiente aplican la pena de muerte a combatientes extranjeros, a los que considera mercenarios.

El pasado 9 de junio, un tribunal de la República Popular de Donetsk condenó a muerte a dos voluntarios británicos y uno marroquí que combatían en el ejército ucraniano.

Donetsk emplea pelotones de fusilamiento para ejecutar a los condenados a muerte, señala la CNN.

Según el testimonio de compañeros de los dos soldados, cayeron en manos del enemigo tras destruir un blindado ruso y verse atrapados en el avance del ejército ruso.

Además de Druke y Huynh, un tercer combatiente voluntario estadounidense permanece desaparecidos en Ucrania. Se trata del veterano del Cuerpo de Marines, Grady Kurpasi, según confirmó su propia esposa a la CNN.