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El embajador de Suecia ante la OTAN, Axel Wernhoff, entrega los documentos para la adhesiónEFE

EE.UU. confía en un rápido desbloqueo de la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN

Turquía sigue bloqueando el acuerdo de adhesión y exige a Finlandia y Suecia una condena inequívoca del grupo terrorista kurdo PKK

Las negociaciones con Turquía para que levante su veto a la incorporación de Finlandia y Suecia a la OTAN se presentan como el gran escollo de la Cumbre de la OTAN de Madrid, que se celebrará el 29 y 30 de junio.

Turquía mantiene, por el momento, su rechazo a dar el visto bueno al ingreso de ambas naciones escandinavas a la Alianza Atlántica con el argumento de que dan cobijo a miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado terrorista, y promueven el embargo de armas a Ankara.

Sin embargo, estos requisitos no son los únicos. Turquía exige también que se les incluya en los programas armamentísticos de donde han sido vetados y que Grecia retire sus tropas de las islas del Egeo.

Pese a todo, Estados Unidos confía en que finalmente las negociaciones lleguen a buen puerto y que Turquía levante su veto después de que se de respuesta a todas sus preocupaciones de seguridad.

La subsecretaria para asuntos de Europa y Eurasia de Estados Unidos, Karen Donfired, señaló que las conversaciones entre las diferentes partes han sido constructivas y que se han logrado avances a principios de esta semana, señala la agencia Reuters.

Donfried previó una rápida resolución positiva, aunque es poco probable que se logre un acuerdo antes de la Cumbre de la OTAN de Madrid.

«Confiamos en que esto se resolverá de manera positiva. Existe un amplio y profundo apoyo en toda la alianza de la OTAN para la adhesión de Finlandia y Suecia», insistió.

Finlandia y Suecia formalizaron sus solicitudes para integrarse en la Alianza Atlántica el pasado 18 de mayo. Sin embargo, se han encontrado con la negativa de Turquía.

La vocación atlantista de Finlandia y Suecia es la respuesta a la invasión rusa a Ucrania. Ambos países escandinavos buscan en la OTAN las garantías de seguridad necesarias que disuadan al Kremlin de una agresión similar contra ambos países.

Turquía no tiene ninguna prisa en acelerar el proceso y ha rechazado las presiones para que levante su veto antes de la Cumbre de Madrid.

El portavoz del gobierno turco, Ibrahim Kalin, señaló que esperan ver medidas inmediatas de ambos países contra el PKK, y aseguró que las candidaturas de Finlandia y Suecia «dependen de la forma y la velocidad en que estos dos países tomen esas medidas».

En el caso de Suecia, Turquía exige al país que retire su apoyo a las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), un grupo kurdo del norte de Siria.

Ankara considera a este grupo como la rama siria del PKK y, por lo tanto, lo ha calificado también como grupo terrorista.

Por su parte, Rusia reaccionó en un primer momento con amenazas a la inminente incorporación de Suecia y Finlandia a la OTAN.

El viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, advirtió que «es completamente evidente que, como resultado de esa decisión, la seguridad de Suecia y Finlandia no se fortalecerá». «Es un nuevo grave error con consecuencias de largo alcance», añadió a continuación.

A continuación, Rusia anunció la construcción de 12 bases militares en la frontera occidental como respuesta a la ampliación de la OTAN.

«Nuestros vecinos más cercanos, Finlandia y Suecia, han solicitado unirse a la OTAN. Por lo tanto, la tensión continúa creciendo en el área de responsabilidad del Distrito Militar Occidental» dijo el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú.

Sin embargo, Rusia rebajó el tono posteriormente por medio de su vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitry Medvedev.

El expresidente ruso aseguró que «la membresía de Suecia y Finlandia en la OTAN, al menos en la forma anunciada, presenta una amenaza menor para Rusia que la admisión de Ucrania» a la Alianza Atlántica.