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Destrucción causada por el terremoto en AfganistánAFP

Los talibanes piden ayuda internacional ante el terremoto más mortífero en 20 años

El gobierno talibán en Afganistán es incapaz de hacer frente a las consecuencias de un terremoto que ya ha dejado más de mil muertos

Los talibanes están sobrepasados. Las frágiles estructuras administrativas que han impuesto en Afganistán son incapaces de hacer frente a la crisis humanitaria desatada tras el terremoto que arrasó las provincias de Khost y Paktika este miércoles, el más mortífero en 20 años.

El temblor, de 5.9 grados de magnitud, ha dejado un saldo de más de 1.000 muertos y 1.500 heridos, aunque las cifras podrían aumentar dada la destrucción generalizada en las infraestructuras del empobrecido país y el número de cuerpos que todavía permanecen bajo los escombros.

Minada por años de guerras, ineficacia, fanatismo islamista, crisis económica y las sanciones internacionales la administración talibán se ha visto obligada a suplicar ayuda internacional a los que considera sus enemigos.

La zona en que se ha producido el terremoto es una región montañosa, de difícil acceso, donde ya se estaban sufriendo los efectos devastadores de las lluvias torrenciales que se están registrando desde antes del temblor.

Muchas áreas están inundadas, y las filtraciones del terreno han propiciado los deslizamientos de tierra y los desprendimientos de rocas, según informa The Guardian.

Una de las principales dificultades con que se están encontrando los operativos de rescate es la falta de helicópteros y aviones.

Muchas de las aeronaves de que dispone el régimen de los talibanes no pueden volar ante la falta de recursos para combustible.

Según señala AFP, la ayuda internacional reclamada por los talibanes, cuyo gobierno no está reconocido internacionalmente, es difícil de movilizar y las oenegés y las agencias de la ONU están menos presentes que antes en el país desde que los talibanes volvieron al poder.

No obstante, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, aseguró que la ONU estaba «plenamente movilizada» para ayudar a Afganistán, con el próximo despliegue de primeros auxilios y el envío de medicamentos y alimentos.

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) dijo que la prioridad para la población es refugiarse de las lluvias y del clima inusualmente frío en esta época del año.

Los talibanes anunciaron el jueves que habían recibido dos aviones cargados de ayuda de Irán y de Qatar. También han llegado a Paktika ocho camiones cargados de alimentos y suministros de ayuda procedentes del vecino Pakistán.

Como un tsunami

«Nuestro país es pobre y tiene pocos recursos. Se trata de una crisis humanitaria. Es como un tsunami», declaró a la AFP Mohammad Yahya Wiar, director del hospital de Sharan, la capital de Paktika.

Varias decenas de supervivientes fueron trasladados al hospital, entre ellos Bibi Hawa, una mujer de 55 años del distrito de Gayan, uno de los más afectados, que perdió a 15 miembros de su familia.

«Murieron siete que estaban en una habitación, cinco en otra y tres en otra», dijo desde su cama, con el rostro lleno de lágrimas. «Ahora estoy sola, no tengo a nadie», manifestó.

Afganistán sufre con frecuencia sismos, sobre todo en la cordillera del Hindu Kush, situada en la unión de las placas tectónicas euroasiática e india.

El sismo más mortífero de la historia reciente de Afganistán (5.000 muertos) se produjo en mayo de 1998 en las provincias nororientales de Takhar y Badakhshan.