Rusia planta minas en los puertos del mar Negro e impide el transporte de grano

Como parte de su bloqueo a la exportación de grano de Ucrania, las fuerzas navales rusas sembrarán de minas los puertos de Odesa y Ochakiv, a orillas del mar Negro. Obedecen órdenes de arriba: Moscú ataca por todos los frentes, incluido el de la amenaza de la hambruna global.

Rusia, por supuesto, lo niega. Según argumenta el país invasor, es Ucrania quién ha minado sus propios mares, para victimizarse.

Según imágenes y datos publicados por la inteligencia de Estados Unidos, Rusia no se contentó con destruir, a base de misiles, la segunda mayor terminal de exportación de grano de Ucrania, cerca de Mikolayiv.

Arremetieron contra los tanques donde Ucrania almacenaba sus provisiones de aceite de girasol, reserva clave para el suministro alimenticio global.

«Confirmamos que, a pesar de su negativa, Rusia está desplegando minas en el mar Negro, cerca de Ochakiv. Tenemos indicaciones de que sus fuerzas minaron también el río Dnieper», agregó el agente de inteligencia.

El bloqueo en el mar Negro tendrá repercusiones globales a nivel alimenticio, ya que Ucrania produce, junto a Rusia, un 30 % del grano mundial, un 20 % de maíz, y un 50 % de girasoles. Como consecuencia de la hambruna que se avecina, una ola migratoria venida de Oriente Medio invadirá Europa en los próximos años.

«El impacto de las maniobras de Rusia, que han causado un cese del mercado marítimo en un tercio del mar Negro, y puesto en riesgo la navegación en la región, no deben subestimarse. Las exportaciones marítimas de Ucrania son vitales para la seguridad alimenticia global», señaló el oficial. El 95% de las exportaciones ucranianas desembarcan de los puertos del mar Negro.

En vista de que la paz parece lejana, el bloque occidental ya está buscando rutas alternativas. Mientras tanto, Reino Unido ofreció equipamiento de elite a Turquía, país que se presentó voluntario para escoltar a los cargueros ucranianos por las aguas asediadas.