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Inocencio Arias, en una imagen de archivoEFE

Entrevista

Inocencio Arias: «Solo un aumento de muertes entre jóvenes rusos puede parar a Putin. Las sanciones, no»

Para el embajador de España ante las Naciones Unidas, la OTAN es «una protección cuando se le ven las orejas al lobo»

Este miércoles España se convierte en el epicentro político de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Los jefes de Estado y de Gobierno de los 30 aliados, junto a representantes de otros países «socios» se reúnen en Madrid para definir una nueva estrategia de seguridad.

Para el exembajador de España ante las Naciones Unidas Inocencio Arias, esta Cumbre «es una inyección para que el ánimo de los aliados no flaquee» ante las dificultades de mantener la cohesión entre ellos.

El también ex secretario de Estado de Cooperación, 'Chencho', como le conocen en la carrera y le llaman sus amigos, está convencido de que «tarde o temprano (los países de la OTAN) empezarán a vacilar, no porque aprecien la invasión sino porque la prolongación de la misma tiene un costo y no solo en el envío de armas».

Como bien lo reconocía ayer en IFEMA, Jens Stoltenberg, jefe de la Alianza Atlántica, «las sanciones sí tienen impacto en los precios de la energía» y como consecuencia «los aliados tienen que pagar un precio» por apoyar a Ucrania.

Stoltenberg, sin embargo, defendió el apoyo a Kiev porque «nuestro mundo está bajo ataque. Nuestro mundo será más inseguro si Putin se sale con la suya».

Para Inocencio Arias, la Alianza Atlántica es «una protección cuando se le ven las orejas al lobo. Si no existiera la OTAN, Rusia también golpearía en Letonia, Estonia, Lituania, amedrentaría a Polonia, etc.», observa.

La URSS era la enemiga y Rusia sigue siéndolo

«La URSS era la enemiga y Rusia sigue siéndolo mientras al frente tenga una persona tan obsesa como Putin», sostiene el ex embajador de España ante Naciones Unidas (1997-2004) y portavoz del Ministerio de Exteriores con tres gobiernos diferentes de la democracia (UCD, PSOE y PP).

La noche del lunes, mientras se celebraba el encuentro del G7 en Alemania, Dmitri Medvedev, el expresidente ruso, advirtió que cualquier intento de los miembros de la OTAN de poner un pie en Crimea podría conducir a una Tercera Guerra Mundial y que su país fortalecería sus fronteras con sistemas de misiles Iskander si Suecia y Finlandia se unieran a la OTAN.

En este contexto, el encuentro de las 30 delegaciones oficiales más los 20 observadores de Madrid es clave. Arias considera que los principales desafíos para los aliados occidentales son, «ponerse de acuerdo sobre la contención de Rusia, estudiar si China es una verdadera amenaza e insistir en que algunos países deben aumentar sus gastos en defensa, donde España es la segunda por la cola y hacemos el ridículo».

La respuesta de la OTAN a la invasión ha sido más rotunda de lo que pensaba el iluso de Putin

Aunque Arias valora que la respuesta de la OTAN a la invasión rusa de Ucrania «ha sido más rotunda de lo que pensaba el iluso de Putin», admite que el autócrata ruso «quiere domeñarla y lo logrará, sin dudas, a medio plazo si los rusos no sufren más bajas, sobre todo humanas».

«Es triste admitir que solo un crecimiento de los cadáveres de jóvenes rusos puede parar a Putin. Las sanciones, no. Estamos, con la compra de petróleo, financiando su guerra».