Vladimir Putin, Joe Biden y Xi Jiping, tres rostros para tres países en tensión
Estados Unidos intenta aflojar la tensión con China tras la cumbre de la OTAN
Washington parece haber tomado nota de la ira de Xi Jinping y sale al paso, sin alaracas, para tratar de rebajar la tensión con el gigante asiático
Estados Unidos trata de poner paños fríos a la tensión desatada con China tras la cumbre de la OTAN de Madrid. El Gobierno de Xi Jinping reaccionó de forma virulenta al Nuevo Concepto Estratégico de la Alianza Atlántica y amenazó con adoptar represalias.
Washington parece haber tomado nota de la ira de China y salió al paso, sin alaracas, para tratar de rebajar la tensión. La agencia Reuters cita una alta fuente de la Casa Blanca a la que atribuye unas declaraciones exculpatorias en un punto concreto y delicado: «No hemos visto a la República Popular China participar en una evasión de capital sistemática o proporcionar equipo militar a Rusia».
La fuente de la agencia quiso diferenciar entre la lista negra de empresas elaborada por la Administración Biden y el Gobierno de Pekín, en un intento por no echar más leña al fuego de la discordia que hay entre las dos grandes potencias.
Washington ha vetado a las multinacionales chinas bajo sospecha o con indicios de colaborar con el crimen internacional y apoyan con suministros al Kremlin. El departamento de Comercio de Estados Unidos impuso la obligatoriedad de una licencia a las firmas que mantienen relaciones comerciales y envían suministros a otras que cotizan en bolsa y en países como China.
El actual escenario de la guerra en Ucrania ha forzado un cambio de posición en la política internacional de Estados Unidos y Occidente. La cumbre de la OTAN reordenó el tablero geopolítico de amigos y enemigos. Aunque con palabras más diplomáticas, la Alianza Atlántica colocó al gigante asiático más cerca de estos últimos que de los primeros.
Pekín se opuso «firmemente» a las conclusiones de la OTAN y calificó las aseveraciones volcadas en el nuevo Concepto Estratégico de estar «repleto de sesgo ideológico» y emitir «valoraciones propias de la Guerra Fría».
Los avisos de Occidente
Joe Biden ha avisado en reiteradas ocasiones a Xi de las consecuencias que tendría un virtual apoyo militar a la Federación Rusa. El mismo mensaje ha recibido de los países miembros dela OTAN que han fortalecido su unidad y cerrado filas, sin fisuras, en el bloque.
Hasta ahora el gobierno chino ha sido incapaz de censurar la invasión de Ucrania. Tampoco la ha aplaudido y procuró, de cara a la galería, mantener y transmitir una posición equidistante. Este objetivo y engañifa parece que se derrumbó en Madrid.
En febrero, en vísperas de la inauguración de los Juegos Olímpicos, Putin suscribió un memorándum bilateral con Xi Jinping donde establecían una alianza incondicional y sentaban las bases de un nuevo orden mundial con la hegemonía de ambas potencias.
Los 30 presidentes y jefes de Estado reunidos en Madrid coincidieron en declarar a la Rusia de Vladimir Putin una amenaza y a la China que gobierna con mano firme Xi Jinping de país que «desafía nuestros intereses, seguridad y valores».