Una OTAN en ampliación y una Europa en armas

Si volvemos la vista atrás cuando, a partir del pasado verano, Bielorrusia comenzó a hostigar a Lituania y Polonia con tácticas de guerra hibrida y, algunas voces, advertíamos de la borrasca que se avecinaba.

José Borrell urgía a la ampliación de un contingente militar de intervención rápida de al menos 5.000 efectivos para antes de 2025. Luego se habló de 15.000 Soldados y ahora la OTAN ha decidido sustituir su Fuerza de Respuesta (NRF) que ya constaba de 40.000 soldados, por un nuevo modelo de más de 300.000 efectivos de despliegue rápido.

Jens Stoltenberg informaba: «Estas tropas estarán estacionados en sus propios países, pero ya asignados a ciertos estados y territorios y serán responsables de la defensa de estas áreas». Alemania podría participar en estas fuerzas de intervención de la OTAN reforzadas con 15.000 soldados. Aquí ya se habla de volver a un servicio militar obligatorio.

Joe Biden dijo en una reunión con Stoltenberg en Madrid: «Junto con nuestros aliados, nos aseguraremos de que la OTAN sea capaz de contrarrestar las amenazas desde todas las direcciones y en todas las áreas, en tierra, aire y mar». «Putin quería la finlandización de Europa. Hemos conseguido la nato-ización de Europa».

El canciller alemán, Olaf Scholz, afirma que entregará armas a Ucrania durante el tiempo que sea preciso. El mensaje ha sido: «Continuaremos con esto durante el tiempo y la intensidad que sea necesario para que Ucrania pueda defenderse». Además, por supuesto, de la ayuda humanitaria y financiera que se requiera.

El concepto estratégico de la OTAN es un documento básico para la planificación política y militar de los próximos años. Describe a Rusia como «la mayor y más inmediata amenaza para la seguridad de los aliados y para la paz y la estabilidad en el área euroatlántica» y a China como un desafío.

Mientras, según Rusia, las tropas ucranianas han sufrido importantes pérdidas en los combates en una refinería de petróleo en el sur de la ciudad de Lisichansk.

El Ministerio de Defensa ruso ha afirmado el miércoles que solo 30 de los 350 hombres de una brigada de montaña seguían vivos. Además, destruyeron una base de entrenamiento de extranjeros cerca de la ciudad sureña de Mykolaiv y cuatro puestos de mando.

En los ataques cerca de Pytomnyk, en la región de Járkov, en el Este, murieron 100 combatientes ucranianos y se destruyó equipo militar. La información no ha podido ser verificada de forma independiente.

El jefe de Gobierno holandés, Mark Rutte, explicó que la cumbre de la OTAN en Madrid es un signo de unidad: «Hoy es una oportunidad para demostrar que la OTAN está de regreso». «Pero el mensaje más importante es que estamos unidos».

El primer ministro británico, Boris Johnson, hizo una declaración similar, en cuya opinión Putin calculó mal el ataque masivo a Ucrania. «Si Vladimir Putin esperaba tener menos OTAN en su frente occidental como resultado de su invasión ilegal y no provocada de Ucrania, estaba completamente equivocado. Está recibiendo más OTAN».

Un error de juicio llevó a Suecia y Finlandia a creer que Erdogan solo estaba bloqueando su entrada a la OTAN para apoderarse de los aviones de combate estadounidenses. Pero el presidente turco también estaba preocupado por las concesiones sustanciales de los dos países nórdicos.

Los gobiernos de Estocolmo y Helsinki ahora han entregado lo que pide Erdogan. Tengamos en cuenta que la cuestión kurda siempre es más importante para él que la situación estratégica en el noreste de Europa. Incluso, han debido prometer no apoyar a la milicia kurda, en Siria, Unidades de Protección Popular (YPG).

El YPG es hoy uno de los aliados más importantes de Occidente contra el «Estado Islámico» e hizo una gran contribución para aplastar el califato del terror hace unos años. Estados Unidos todavía depende de ellos hoy.

El hecho de que Finlandia y Suecia estén dispuestos a pagar este precio se debe a Putin, quien, en su exceso de confianza, sintió que él mismo debía amenazar a estos dos países.

Unirse a la OTAN agrega otra dimensión estratégica a su lista de consecuencias no deseadas de la guerra. Próximamente tendrá una frontera exterior con la alianza occidental de 1.300 kilómetros de longitud. Sin embargo, esto es una amenaza para Rusia.

La gran pregunta es: a partir de ahora, ¿la OTAN es y seguirá siendo solo una alianza defensiva?