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El primer ministro de Italia, Mario Draghi, en el Senado italiano, el 20 de julio de 2022AFP

Debilidad en Europa

El Gobierno Draghi se desmorona y profundiza la crisis política en Italia

'Super Mario' llegó para dar estabilidad al país, pero su más que probable dimisión lo convertirá en el enésimo jefe del Ejecutivo con un mandato efímero

Cuando Mario Draghi tomó posesión del cargo de presidente del Consejo de Ministros de Italia lo hizo con la difícil misión de ser el garante de la mejora de la economía italiana, muy afectada por la pandemia de coronavirus, y la figura de consenso que devolviera al país transalpino a la senda de la estabilidad.

Su perfil tecnócrata y las esperanzas depositadas en él le forjaron el apodo de 'Super Mario', en referencia al popular fontanero protagonista de la serie de videojuegos. Pero, menos de un año después, el expresidente del Banco Central Europeo y considerado el 'salvador del euro' no ha conseguido desatascar las cañerías de la enrevesada crisis política italiana ni consolidar la recuperación económica, lastrada por la invasión de Rusia a Ucrania.

Draghi no consiguió recabar este miércoles en el Senado los apoyos parlamentarios necesarios para seguir gobernando, después de que sus antiguos socios de coalición, el populista Movimiento 5 Estrellas, principal causante de la crisis de Gobierno, y las fuerzas de derechas de Forza Italia y la Liga, se ausentaran de la votación.

El asimismo exgobernador del banco de Italia ganó la moción de confianza, pero perdió la mayoría parlamentaria. Del total de 320 escaños de la Cámara italiana, obtuvo 95 votos a favor y 38 en contra. El resto prefirió no votar, por lo que el futuro de Draghi al cargo del Ejecutivo está ahora en manos del presidente de la República, Sergio Mattarella, quien no aceptó su dimisión la semana pasada, a la espera de la votación parlamentaria de este miércoles.

¿Elecciones anticipadas?

El Gobierno de coalición creado en torno a Draghi se desmorona y, si no hay sorpresas de última hora, aboca al país mediterráneo a unas elecciones anticipadas, que se podrían celebrar, una vez disueltas las cámaras, el 11 de septiembre o el 2 de octubre. A la espera de que el primer ministro se pronuncie sobre su futuro, algo para lo que se ha tomado esta noche de reflexión, se contempla la posibilidad de que se mantenga en el cargo en funciones hasta la formación de un nuevo Gobierno.

Draghi, al que las encuestas de intención de voto le son favorables, venía pidiendo a sus socios de coalición una «unidad» que solo se podría construir desde un nuevo pacto de Gobierno que debía articularse desde la «valentía, el desinterés y la credibilidad». Algo que finalmente no se ha producido y sume aun más a Italia en una crisis política marcada por una profunda inestabilidad.

Seis primeros ministros en 10 años

Y es que el cargo que aun ostenta el economista se ha convertido en algo completamente efímero durante la última década. Desde el fin del tercer Gobierno de Silvio Berlusconi, a finales de 2011, Italia ha visto pasar por la presidencia del Consejo de Ministros a seis líderes y ninguno de ellos ha conseguido durar más de tres años en el cargo.

El también tecnócrata Mario Monti se mantuvo en el mismo desde noviembre de 2011 hasta abril de 2013. Enrico Letta aun estuvo menos: de abril de 2013 a febrero de 2014. Matteo Renzi fue primer ministro de febrero de 2014 a diciembre de 2016. Paolo Gentiloni hizo lo propio desde entonces y hasta junio de 2018 y Giuseppe Conte fue primer ministro de junio de 2018 a febrero de 2021.

Ahora Draghi podría renunciar tras otro breve periodo y pasar a ser el enésimo primer ministro que no logra estabilizar la complicada política italiana. Y lo haría en un momento en el que Europa se enfrenta a importantes desafíos para los que necesita esa «unidad» que no ha conseguido Draghi de puertas para adentro: de la recuperación económica postpandemia a las consecuencias de la guerra en Ucrania.